Durante el año 2015 las compras de viviendas por parte de ciudadanos extranjeros en España han seguido creciendo hasta llegar a un 16% del total. Y dentro de ese 16% la ciudadanía que más crece es la china; de hecho ya suponen más del 5,3% de las adquisiciones de vivienda por extranjeros en nuestro país…y aumentando. En concreto, mes a mes, su crecimiento supera el 15% respecto al anterior.

China no sólo es el país más poblado del planeta, con 1300 millones de habitantes, sino que también es ya la primera economía, superando a Estado Unidos.  De entre sus habitantes encontramos a los 317 ciudadanos más ricos del mundo y una gran clase media, formada por más de 300 millones de personas, con edades comprendidas entre los 26 y los 40 años, graduados universitarios y empresarios, que buscan comprar vivienda fuera de China. Componen el mayor grupo de inversores en vivienda existente.

Las razones de éste interés por invertir fuera vienen fundamentalmente porque en China las viviendas son propiedad del Gobierno, el cual cede los derechos de propiedad durante 70 años, además solo permiten la compra de 1 o 2 propiedades como máximo.  Es por ello que el inversor chino fija su mirada en comprar vivienda fuera de China, para disponer de un patrimonio.

Esta es la razón por la que muchos países, incluida España, que es ya su séptimo destino mundial tras Estados Unidos, Australia, Canadá, Reino Unido, Tailandia y Nueva Zelanda, hayan dispuesto nuevas leyes que establecen la adquisición de un permiso de residencia a cambio de comprar viviendas por una cantidad establecida. El llamado “visado de oro” permite a cualquier comprador chino que desembolse más de 500.000 euros lograr el permiso de residencia en España y el acceso a toda el área Schengen. El programa marcado por España para el visado lo convierte en más sencillo de obtener, no solamente porque el límite de inversión en vivienda es menor, sino por la flexibilidad de otros requerimientos como el número de días que hay  que permanecer en el país. Además, se pueden tener beneficios sociales como cualquier otro ciudadano, en educación o sanidad.

Pero además los chinos se sienten atraídos por el mundo occidental y buscan en nuestro país ubicaciones que para otros compradores son inexistentes. Por eso los ciudadanos chinos compran viviendas no sólo en la costa, sino también cerca de universidades para que estudien sus hijos, o en centros internacionales de turismo de lujo, como Madrid y Barcelona, o cercanas a festejos conocidos internacionalmente como las Fallas, los Sanfermines, la Tomatina de Buñol… De esta forma, lideran las adquisiciones realizadas por extranjeros en regiones punteras como Madrid, 23%, con un atractivo de turismo “de tiendas” innegable,  o País Vasco, con casi un 16%.

Las zonas más demandadas son Madrid, Barcelona, Alicante, Valencia y Marbella: las dos primeras por su condición de grandes ciudades, las otras tres por su atractivo como destino turístico, por los precios competitivos y el turismo de lujo.

Una vez establecido que no son únicamente las viviendas en la costa las que atraen su atención, ya que su mayor interés no es el sol y la playa, sino las compras y el modo de vida occidental, vemos que el tamaño también importa. Los ciudadanos chinos compran, en mayor medida que otras nacionalidades, pisos y viviendas grandes y son la nacionalidad que menos optan por pisos pequeños.

Pero además, existe el factor buena inversión que para estos ciudadanos es fundamental. Cuando un inversor chino escoge España lo que sigue primando es el dinero y el retorno de la inversión. En España los precios de la vivienda son bajos y se están recuperando. Es una inversión segura con un buen retorno en seis o siete años.

Otros motivos como las universidades para la educación de los hijos o el estilo y calidad de vida van ganando peso aunque no son decisivos como la ciudadanía o el retorno de la inversión. En todo caso hay que tener en cuenta que más de 6.000 estudiantes chinos buscan piso de alquiler todos los años en España.

Y como el roce da el cariño, para mejorar los ratios de inversión en vivienda de ciudadanos chinos en España es preciso mejorar las comunicaciones. Vuelos directos entre Madrid y Barcelona y los grandes centros económicos de China serían una buena medida, al igual que algo más de promoción institucional española en las principales ciudades del país.

Para el vendedor español la posibilidad de que un ciudadano chino le compre su vivienda es real y por ello es muy interesante poner su vivienda en venta en un portal de compraventa de viviendas chino.

 

Eduardo Lizarraga

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