El Salón Inmobiliario de Madrid, SIMA Otoño, cerró el pasado domingo con una buena sensación por parte de los expositores y una excelente afluencia de público, “mucha gente” fue uno de los comentarios más extendidos. Se percibe el interés por la vivienda nueva de dos dormitorios, interés que deriva de la necesidad que miles de parejas jóvenes tienen de formar un nuevo hogar. También ha vuelto con cierta fuerza la reposición de vivienda, centrada en pisos de cuatro habitaciones. Y la opinión general de los profesionales presentes es que ya se ha consolidado la entrada en un nuevo ciclo, dejando atrás la crisis y los números negativos. Pero también se añade que nada volverá a ser como antes y que habrá que andar el camino con tiento y seguridad, con el riesgo de altibajos ligados a la situación económica y política.

Ante la ausencia de la suficiente oferta en ladrillo, el interés se ha centrado en la venta sobre plano, que parece volver. Y eso que el sector de la construcción, que también está de vuelta, ha expuesto en el SIMA un 60% más de oferta que el pasado año, aunque el 70% de esa oferta ha sido sobre plano. Se vuelve a percibir interés comprador, que la dirección del certamen ha cifrado con un aumento del 9% sobre la anterior edición.

A falta de conocer las cifras definitivas del certamen, sabemos las previsiones que había cuando se abrieron las puertas: nada más y nada menos que comercializar 8.000 viviendas, situadas casi dos tercios del total, en la Comunidad de Madrid. Viviendas que se comercializarían entre los casi 100 expositores de esta salón de otoño. Entre los datos que baraja la dirección del certamen está el muy interesante de que el presupuesto medio del visitante comprador se sitúa entre los 255.000 y los 290.000 euros. También los descuentos fueron interesantes y oscilaron desde los 4.000 a 12.000 euros por vivienda, que ofrece Berzaeus, al 10% por adquisición que ofrece Habitat Inmobiliaria.

Otra amplia oferta fue la de vivienda en la costa, con mucha demanda en Madrid. Vuelve el interés por apartamentos frente al mar, sobre todo en Marbella, Almería y Benidorm como estrellas indiscutibles, habiéndose podido obtener descuentos de hasta un 5% para viviendas llave en mano o reservas efectivas durante el mes de octubre.

Vistas las perspectivas y vistos los primeros números del salón queda por saber cuál será la realidad que encontraremos en lo que queda de este año y en el 2017. Y a pesar de todas las buenas perspectivas y deseos, el mercado inmobiliario, sobre todo el de vivienda nueva, choca de frente con algunas realidades que se vuelven tozudas en el tiempo. La principal de ellas es la precariedad en el empleo y los bajos salarios de que dispone la juventud en España, principal interesado –según los datos de visitantes- en encontrar una primera vivienda para formar un hogar. Estas penalidades financieras están empujando a los jóvenes, más que nunca, hacia la vivienda de segunda mano que, mes a mes, continúa abriendo una brecha que aumenta, con la vivienda nueva, que se encarece. La facilidad para el propietario particular, de tener cintura con el precio de su vivienda usada, es infinitamente mayor que la del promotor perjudicado por salarios, impuestos y por el precio del suelo que ha iniciado una subida imparable.

Ya sea alquilar o comprar una vivienda supone para los jóvenes españoles menores de 34 años, asumir unas cargas que están muy por encima de las recomendadas, que son un máximo del 35%. En concreto el alquiler supone una media del 56,34% del sueldo medio y la hipoteca se queda en el 44%; cantidades a todas luces demasiado altas y que en el caso de compra de vivienda nueva pueden incrementarse aún más. Y la cantidad se ha incrementado en algo más de 60 euros de media desde el año pasado.

Esta situación es la que supone la media porque hay comunidades autónomas como Cataluña, Madrid, Baleares o País vasco donde el esfuerzo es aún mayor y casi inasumible. Por entrar en números, si la hipoteca media no llega a los 525 euros, en estas comunidades mencionadas puede llegar a los 725 euros y eso es mucho dinero para una pareja que empieza; sobre todo si tenemos en cuenta su precariedad laboral y su caso nula capacidad para ahorrar. Los datos de la Sociedad Española de Tasación indican que son necesarios 7.5 años de salario –y permanencia en el empleo- para poder acceder a ese techo deseado. En las regiones mencionadas anteriormente ese tiempo se dispara superando los 10 años.

Al SIMA llegaron más visitantes que los esperados. Y no sólo compradores de primera o segunda residencia, sino también inversores que buscaban refugiar sus ahorros de nuevo en el ladrillo; comprar pisos de una o dos habitaciones para alquilar, parece ser la consigna. Todos ellos con mucha más preparación y conocimiento de lo que querían que el público de anteriores ediciones. Y con internet y su manejo como herramienta de entrada y conocimiento en el sector.

Ahora queda lo más difícil, convertir a los visitantes interesados en operaciones cerradas y dar el definitivo empujón a un sector que comienza a respirar. Empresas y profesionales hay para conseguirlo, sólo necesitan que gobierno, administraciones y bancos hagan su parte.

Eduardo Lizarraga
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