La expropiación del derecho de uso se ha hecho en aplicación del artículo 15 de la Ley 4/2016 de medidas de protección del derecho a la vivienda de las personas en riesgo de exclusión residencial, que vuelve a estar en vigor tras levantarse la suspensión que interpuso el Tribunal Constitucional (TC) a instancias del Partido Popular.
La medida tiene lugar en un momento en que los desahucios descienden en la ciudad condal un 23,1% entre los años 2015 y 2018, que son los que lleva Ada Colau al frente de la Alcaldía. En el mismo período de tiempo, según el Consejo General del Poder Judicial, los desahucios descendieron un 7,22% en el resto de Cataluña.
En total, en Barcelona hubo unos 10.700 casos de desahucio entre 2015 y 2018: 3.098 desahucios en el 2015, 2.691 en el 2016, 2.519 en el 2017 y 2.381 en el 2018. Fuentes municipales achacan este descenso en Barcelona a la fortaleza de los movimientos sociales y el papel trascendental de la Unidad Contra la Exclusión Residencial (UCER), departamento social creado por Ada Colau . La UCER atendió a 2.270 familias en 2018. Según datos del consistorio, el 92% de los atendidos encontraron una «solución definitiva». De estos, solo un 12%, pudieron quedarse en su vivienda, pactando un alquiler social con el propietario.
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