A falta de una política de la administración central, algunos ayuntamientos están tomando decisiones para intentar paliar el drama de las miles de familias que, en España, carecen de algo tan básico como una vivienda por el elevado precio que este derecho constitucional está adquiriendo. Es el caso del  Ayuntamiento de Elche (Alicante), que  ha lanzando una campaña para captar viviendas de particulares y poder gestionar su alquiler a precios asequibles para familias en situación de riesgo o exclusión social. De esta forma, la Oficina Municipal de la Vivienda Social (OMVS), pretende incrementar su bolsa solidaria de viviendas.

El problema que se está incrementando, con los inalcanzables precios que está alcanzando el alquiler en el centro de las ciudades y localidades costeras, tiene como origen que de nuevo se vuelve a especular con la vivienda, olvidando que es un derecho y no un negocio.

Ha sido esta situación, creciente desde hace dos años, lo que ha impelido a la OMVS de  Elche a poner en marcha esta campaña que busca, por un lado, poner casas vacías a disposición de familias sin recursos y, por otro, dar confianza a los propietarios. Para ello, pone a la Administración como garante ante posibles impagos.

Recuerda el Ayuntamiento de Elche que la mayoría de los desahucios actuales se producen por impago de alquiler, lo que produce desconfianza en los dueños de casas vacías. Por eso la ciudad ofrece servicios y garantías para el propietario de forma gratuita. Entre ellas, la mediación entre propietario e inquilino, la realización del contrato de alquiler y seguimiento del mismo y seguros gratuitos durante el primer año de alquiler ante casos de impago.

Garantías ante impagos de alquiler

Muchos de estos alquileres estarían subvencionados por el Ayuntamiento a través de su programa de ayudas al pago del alquiler para familias vulnerables, con una prestación de entorno a 300 euros al mes.  Como ése es el precio aproximado al que se quieren fijar los alquileres de esta bolsa solidaria de viviendas,  el pagador sería, en muchos casos, el propio Ayuntamiento.

El Ayuntamiento ha lanzado una campaña para sensibilizar a los propietarios, con un documental que lleva por título «Silencio incómodo». Se trata de un documental en el que narran la historia real de tres familias al límite, a punto de perder sus casas por no poder hacer frente a los desorbitados precios a los que se está poniendo el alquiler de la vivienda. De esta forma, quieren que se vea que estas personas en situación de emergencia, que no tienen forma de acceder a un piso o que están a punto de perderlo, son personas normales. Gente que está en una situación que le podría pasar a cualquiera.