La decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), obligando a los bancos españoles a que devuelvan a los usuarios las cantidades indebidamente cobradas, les va a suponer un bofetón que puede llegar a los 7.600 millones de euros. Bofetón vuelta y vuelta, ya que hasta última hora nuestros queridos bancos pensaban festejar con cava, o mejor aún con champagne, la sentencia, que esperaban favorable a sus intereses. Sentencia que es de aplicación también para los autónomos y empresas.

De esta forma el TJUE ha pasado por alto la recomendación de su abogado, Pablo Mengozzi, que defendía la tesis del Tribunal Supremo español, para que la retroactividad alcanzara tan sólo la fecha de la sentencia, 9 de mayo. El mazazo para los bancos es considerable ya que no sólo van a tener que devolver las cantidades percibidas ilegalmente desde el año 2009, sino dejar de percibir las que todavía estan cobrando por mantener las cláusulas suelo en sus contratos hipotecarios.

Porque aunque resulte increíble a esta altura de la historia de la cláusula suelo, todavía tenemos bancos en el panorama nacional que siguen incluyéndola en sus contratos hipotecarios. Y ello es así porque aunque dichas clausulas son denunciadas ante los servicios de atención al cliente y al Banco de España, las conclusiones de éste organismo no son vinculantes, y no aplican medidas sancionadoras contra los bancos, que reiteradamente usan las cláusulas abusivas y dejan a los consumidores con la única posibilidad de los tribunales de justicia.

Y haciendo gala de esa impudicia que ya les conocemos, siguen intentando quedarse con nuestro dinero, incluso del que debieran devolvernos con la sentencia del 13 de mayo. Y es que en los casos que el banco realiza la liquidación, esta no corresponde con lo que dicta el tribunal, porque no recalculan el préstamo como si no hubiese existido la clausula suelo, tal como indica el fallo del TS de mayo de 2.013, sino que toman como referencia el capital pendiente a fecha de mayo de 2.013. Esto supone una diferencia notable que deja de recuperar el cliente, si da por buena la liquidación que presenta el banco y que puede superar los 2.500 euros

El tribunal europeo no sólo propina un merecido castigo a los bancos españoles por años de abusos contra los hipotecados, sino que da un revolcón inaudito al Tribunal Supremo español que falló contra los afectados, en una clara muestra de la inmensa distancia a la que están del pueblo y su cercanía con los poderes económicos. Nuestro Tribunal Supremo, o el suyo, el de los bancos, como prefiráis, argumentó su decisión considerando que el impacto sobre el conjunto de la economía que tendría una retroactividad total de la devolución del importe de las cláusulas suelo, es demasiado elevado para permitirlo. Es decir, podría peligrar el sistema bancario y ante eso, los derechos de los consumidores deben quedar anulados por los beneficios de la banca. Una argumentación a todas luces muy peligrosa si continuamos aplicándola.

Con la medida tomada por la justicia europea, que no por la española, comienza a ponerse coto a los constantes abusos de la banca; abusos de los que la cláusula suelo es una parte tan sólo y que si enumeramos, entenderemos las mil una maneras en que los bancos nos roban nuestro dinero, y se nos llevarán los demonios porque la lista es larga. Entre ellas el IRPH, las preferentes, la manipulación del euríbor y la devolución de los gastos de formalización de la hipoteca.

Y es esta última, los gastos de formalización de la hipoteca, la que puede ser el próximo caballo de batalla de los consumidores contra los bancos. Hace justo ahora un año, el 23 de diciembre de 2015, una sentencia del Tribunal Supremo consideró nulas las cláusulas que se imponen al consumidor sobre gastos de formalización de hipotecas y determinó que le corresponde a los bancos el pago de esos tributos. En España, más de 6 millones de hipotecas podrían contar con una cláusula que impone todos los gastos de constitución y formalización de las mismas a los usuarios. Y estamos hablando de una media de 3000 euros por afectado.

Este abuso bancario en la compra de una vivienda es uno más de la larga lista que ha gravado el coste de nuestra propiedad, convirtiéndolas en casi imposibles de asumir y ha elevado el precio de la vivienda en España a cotas inauditas. Todo ello con la complicidad de los políticos que llevan más de un siglo legislando por y para los bancos.

Intentando evitar que la única vía de los consumidores para recuperar lo defraudado por los bancos sean los tribunales de justicia, la Fundación Youbank ha pedido al Parlamento Europeo que valore la creación de un órgano comunitario, cuyas decisiones sean vinculantes para los bancos ante las reivindicaciones de los ciudadanos. De esta manera se evitaría, además, el colapso de la administración de justicia ante la entrada por ventanilla de millones de casos.

La banca española obtiene muchos de sus beneficios del abuso y por el abuso; todo ello con la complicidad de la clase política influida, de una u otra manera por el lobby bancario. Y la Justicia española no es capaz de defender, con las leyes que padecemos, a los consumidores españoles. Bienvenida sea la justicia de Bruselas.

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Eduardo Lizarraga
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