Este mes de mayo quedó aprobada la Ley de medidas para reforzar la protección de los deudores hipotecarios, reestructuración de la deuda y alquiler social, la llamada ley para frenar los desahucios Sus defensores celebran que la ley ha supuesto un «avance» en aspectos importantes como los intereses de demora, las tasaciones o la ampliación de las suspensiones temporales de desahucios. Por el contrario, sus detractores, casi todas las organizaciones sociales y partidos políticos ajenos al PP, estiman que poco se va a poder hacer por los amenazados de desahucio que sólo verán retrasada su ejecución. Pero hay otras estructuras corporativas que también ven posibles fallos. Una de ellas son los notarios.

 

 

El sistema actual basado en la existencia de una sentencia firme ha fallado estrepitosamente. Pero en otras cuestiones se ha quedado «corta». Así lo creen los notarios que advierten de que la reforma de la Ley Hipotecaria «deja atados de pies y manos» a los notarios al no darles la potestad de rechazar cláusulas que consideran abusivas en el momento de celebración del contrato.

 

 

Lamentan, asimismo,  que la nueva ley no mejora la «deficiente» normativa sobre el control preventivo de las cláusulas abusivas. «Debería bastar la sentencia firme publicada desde el Consejo General del Poder Judicial para su obligatoria apreciación por los notarios en el momento de redactar la escritura de hipoteca», ha sugerido el vicepresidente  de los notarios en una conferencia en el Senado con ocasión del 151 Aniversario de la Ley de Notariado, añadiendo que la mejor solución pasaría por atribuir a los notarios un «control de legalidad efectivo» sobre las cláusulas abusivas ya que son ellos quienes intervienen en el momento decisivo en que se celebra el contrato.