Estamos viviendo una imparable subida del precio de la luz que no tiene visos de parar y en estas últimas semanas han sido de nuevo las plantas de generación hidráulica las responsables de fijar el precio de la luz; y lo han hecho durante el 54% de las horas que han transcurrido durante la primera quincena de agosto de 2020. En este periodo el precio ha sido extraordinariamente elevado, 103,5 €.

Por el contrario, las plantas de ciclo combinado que utilizan el gas para generar electricidad han reducido al 13% el número de horas que han cerrado el precio  en el mercado mayorista,  frente al 24% durante el pasado mes de junio. En lo que llevamos de mes el precio medio ha sido el más elevado situándose en los 110,8 € MWh. Las compañías eléctricas manejan a su antojo el sistema para obtener los mayores beneficios. Sánchez Galán, presidente de Iberdrola,  habló de 3.800 millones y lleva camino de conseguirlos…a costa de nuestros bolsillos.

La Organización de Consumidores y Usuarios, OCU, advierte que tanto unas como otras lo han hecho con precios muy elevados por encima de los 100 euros MWh. Unos precios que de mantenerse van a situar la factura del mes de agosto como las más cara de la historia.   Tan solo cuando han sido las tecnologías renovables agrupadas bajo el término RECORE (renovables, cogeneración y residuos), las que han participado en la composición, el precio medio, aunque alto, se ha reducido considerablemente 82,66 €.

Es prioritario poner en evidencia, no solo que algunas tecnologías como la hidráulica y la nuclear obtienen ingresos caídos del cielo muy elevados que salen del bolsillo de los consumidores eléctricos, sino que además las plantas de generación hidráulica son responsables directas de que el precio marginal que fija el mercado mayorista sea desorbitado.

Esto sucede cuando sus competidores directos, como son las plantas de ciclo combinado, solo pueden entrar en funcionamiento si les aseguran unos elevados precios que les permita cubrir el coste del gas y los derechos de CO2; en ese momento las plantas de generación hidráulica aprovechan para cubrir el resto de la demanda con un precio solo ligeramente inferior al que sus competidores podrían ponerse en funcionamiento y muy encima del coste real que para ellas tiene la generación eléctrica. OCU pide una vez más al Gobierno que reforme el sistema de fijación de precios para evitar este tipo de situaciones y a la CNMC que investigue la actuación de la energía hidroeléctrica para verificar que su actuación se ajusta a la normativa.

Hay que aclarar que las compañías eléctricas no pagan ni un euro por la utilización a su antojo de un agua que es de todos. Turbinan a su interés sin tener en cuenta la temporada del año o si se va a necesitar ese caudal hídrico para otras actividades. Y así, dejan secos los embalses ante la desesperación de las poblaciones cercanas y en pleno verano.