El euríbor continúa su alza enloquecida y se ha disparado este lunes al 1,344%, su mayor nivel desde abril de 2012. El índice al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas en España parece que ya da por descontado que el Banco Central Europeo (BCE) volverá a subir los tipos un 0.5% en septiembre.

La subida de hoy confirma la tendencia de agosto y llevaríamos así siete meses consecutivos al alza. Es precisamente la inflación, el otro caballo desbocado que lleva a Europa al borde del abismo con un 8,9% de media en la zona euro, la que está llevando al euríbor a situaciones no vistas desde hace diez años. Y es que su incremento parece ya la única medida que puede contener la inflación de cara al año próximo. Pero la medida pone a la recesión a la vuelta de la esquina.  l

Con la subida de este pasado lunes, el euríbor alcanza una media mensual del 1,125% a falta de seis sesiones para cerrar agosto. De terminar así, superaría de forma amplia el 0,992% de julio, y sería su mayor nivel desde junio de 2012, cuando se situó en el 1,219%.

La trascendencia es importante para el mercado de la vivienda. Entre los que ya tienen hipoteca algunos la pasaron a fija cuando los bancos tenían los intereses en el 1.30% y estos no sufrirán las consecuencias de la subida, los que no lo hicieron lo sentirán en el alma y en el bolsillo.  De los casi seis millones de hipotecas que existen en nuestro país, casi tres cuartas partes tienen un interés variable ligado al euríbor a 12 meses. Y las revisiones de estos créditos están haciendo subir y mucho las cuotas mensuales, porque hace un año aún estaba en negativo y el diferencial es alto.

Para los otros, los que se están planteando la adquisición de una vivienda, la situación tampoco es buena. El aumento de intereses se da tanto en la hipotecas fijas como en las variables. El tipo medio al que las entidades concedieron créditos en julio se situó en el 1,986%, el porcentaje más alto desde junio de 2019. Hace un año, el tipo medio era del 1,485%.

Y la situación no tiene visos de ser pasajera, sino más bien todo lo contrario. Diversas fuentes estiman que el euríbor podría seguir subiendo hasta el 2024 en que podría estabilizarse e iniciar una desescalada para ayudar a la recuperación económica que sin duda necesitaremos.