Mientras que el Gobierno del PSOE-Podemos exhibe una inacción preocupante, el Govern de Baleares pone en marcha su propia estrategia para bajar el precio de la luz anunciando que a finales de este año, el archipiélago balear venderá a precio de coste los primeros kW renovables y además convertirá la medida en un nuevo nicho de oportunidades laborales y crecimiento económico para la Comunidad Autónoma.
La pieza sobre la que pivotará la nueva estrategia energética se fundamenta en la Ley del cambio climático y transición energética de las Islas Baleares. Entre los objetivos de esta normativa precursora entre las Comunidades Autónomas encontramos el impulso de instalaciones de autoconsumo compartido que abastecerán a la población -especialmente a las familias en situación de vulnerabilidad-, a la administración y a las empresas en un radio de 500 metros.
De momento se van a seleccionar algunos ayuntamientos con edificios públicos en los que se instalarán placas fotovoltaicas. Con la energía producida se abastecerá la demanda del edificio y se generará un excedente que suministrará la energía que necesiten unas cincuenta familias de los alrededores. Para su selección primará la situación económica y la necesidad energética.
La intención es que a finales de 2021 se hayan ejecutado seis instalaciones de energía fotovoltaica en régimen de autoconsumo con una potencia de 500 kW: cuatro en Mallorca -en los municipios de Santa Eugènia, Ses Salines, Deià y Consell-, una en Menorca -Ciutadella- y otra en Ibiza -Sant Antoni de Portmany-. En total estos seis autoconsumos previstos conllevarán una inversión de 750.000 euros, de los que se contempla un retorno de unos 56.000 euros en 2022. Está previsto que la iniciativa proporcione un ahorro del 70% en la factura en las horas pico, es decir, en las de sol. Y para el 2022 la intención es ampliar las instalaciones de estos núcleos fotovoltaicos a una treintena de ubicaciones.
La previsión es que estas primeras instalaciones de autoconsumo sean amortizadas en unos cinco años para después, con el margen de beneficios obtenidos volver a destinarlo a financiar más instalaciones de autoconsumo, lo que generará que este ente público no dependa de forma exclusiva de la aportación presupuestaria de la Comunidad Autónoma.
Estas instalaciones de autoconsumo que deben ponerse en marcha antes de finalizar el año se suman a las iniciativas que, en los últimos años, ha hecho realidad el archipiélago con el objetivo de dar impulso a las energías renovables en las islas. De esta forma se incrementará la soberanía energética convirtiéndose en un referente turístico desde el punto de vista ecológico y medioambiental. La generación de puestos de trabajo no estacionales y la apertura de nuevos negocios son otros de los efectos inducidos.
Acompañando a estas iniciativas del Govern Balear, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, anunció el pasado mes de septiembre la inversión de más de 230 millones de euros en las islas para fomentar proyectos de energías renovables.