La guerra que estamos sufriendo en el este de  Europa entre Rusia y Ucrania está golpeando las economías de mercado del resto de los países y no sólo europeos. La subida del precio de los productos, que están alcanzando subidas muy superiores al IPC, está vaciando los bolsillos de los españoles que, sin embargo, se preparan para disfrutar de unas soñadas vacaciones después de dos años de pandemia. La vuelta del verano va a ser sufrida y aunque muchas voces ya avisan de ello, pocos les están haciendo caso. La realidad nos alcanzará, como sucedió aquel ya lejano septiembre del 2008.

En estos momentos existe ya una desmesurada inflación, que no deja de crecer en el precio de muchos de los productos que considerábamos indispensables en nuestra cesta de la compra y para hacer una vida que considerábamos normal. Por desgracia, parece que la situación no ha hecho más que comenzar y que las subidas en los productos básicos de alimentación se incrementarán en octubre.

Pero para muchos hogares españoles, los más vulnerables, el problema ya está aquí, con una cesta de la compra cuyo coste no deja de subir, al igual que baja su cantidad y calidad. Frente a ello, unos salarios congelados y que no se espera que suban. La conflictividad laboral del otoño está servida. Lo malo es que también van a llegar unos profundos problemas sociales.

La luz y el gas

Las subidas de los productos energéticos están detrás de la inflación en la mayoría de los casos. Estas dos imprescindibles fuentes de energía han incrementado su precio más de un 100% y su carestía está en el origen de los mayores problemas económicos de los hogares. Y si en estos momentos ya es un problema importante, la situación puede empeorar y mucho este próximo otoño e invierno. Sobre todo si Rusia decide incrementar la conflictividad social en Europa cerrando definitivamente el grifo del gas. Ellos no van a tener problemas, ahí están China e India para consumir sus productos.  A día de hoy la factura que llega es un 42% más cara que hace un año, aunque esto sólo afecta a quienes tienen contratada la tarifa regulada del mercado eléctrico. La excepción ibérica está comenzando a demostrar su eficacia y el pasado miércoles el MWh tenía en España y Portugal un precio que era la tercera parte que en Francia.

Gasolinas y combustibles

Es otro de los productos que en la práctica ha duplicado el precio respecto al que tenía hace un año. Y las expectativas distan mucho de ser buenas y algunas previsiones hablan ya de precios por encima de los 3 euros el litro. Otra vez Putin al fondo del problema. Y por mucho que ahora quieran tirar de Venezuela, después de diez años de bloqueo tecnológico, sus instalaciones no pueden bombear ni una cuarta parte de su capacidad.  Pero Trump no va a venir a solucionar el problema.

Los cereales, la harina y el pan.

Para fabricar pan es necesario la harina como materia prima, así como el gas como fuente directa de combustión para su elaboración. Si ambos suben, el pan también, de ahí que se le coloque este mes como el producto que mayor incremento ha sufrido y lo que se espera. Ucrania, el granero de Europa y con Rusia de parte del mundo, no va a poder exportar sus millones de toneladas de grano. Las harinas subirán y también los piensos de los animales, lo que repercutirá en el precio de la carne; mucho más la avícola y la ovina y bovina que la de cerdo. Si algunos nos quejábamos del precio del cordero las pasadas Navidades, vayamos preparando alternativas. Para después del verano comenzarán los problemas de abastecimiento porque hasta ahora aún hay reservas de la anterior cosecha. Y los cerveceros que vayan pensando en ciertas restricciones pues el precio de esta bebida está directamente ligado al de los cereales.

El melón y la sandia

De igual manera que sucede con el plátano, el precio de muchas otras frutas ha crecido considerablemente. Está claro que detrás de cualquier subida siempre hay una parte que se debe a los que se aprovechan. Tal vez la mayor publicidad se la estén dando a las frutas por excelencia del verano, el melón y la sandía, que han llegado a casi triplicar sus precios. Muchos de sus consumidores los dejan en los mostradores, con lo que a falta de ventas sus precios se incrementarán aún más y no es un sinsentido. También las manzanas han incrementado sus precios, como el aguacate y las frutas de hueso. La fruta, como sucedía en los países del norte de Europa, es ya un producto de lujo en España.

Los plátanos

Actualmente, si acudes a un supermercado puedes encontrar carteles que anuncian el kilo de este alimento a más de tres euros, una cantidad desorbitada que nada tiene que ver con el 1,2 euros/kilo por el que se anunciaban el año pasado. Y lo gracioso es que el plátano es de Canarias. La subida de los fletes y una mayor demanda, junto a una cierta especulación están por detrás de sus precios actuales.

Las judías verdes

Esta es la verdura que mayor subida de precio ha experimentado, alcanzado un 6,6% por encima del IPC en los meses de mayo y abril. En este caso también tiene mucho que ver la sequía que hemos tenido en España, lo que ha disminuido la cantidad de producto. Por ello los precios han subido mucho aunque no tengan que ver tanto con los combustibles.

Productos lácteos

Volvemos al mismo problema de incremento de los precios de la comida animal y la sequía que, en determinadas zonas, ha eliminado la posibilidad del pasto. Los yogures y las botellas de leche han alcanzado este mes una subida del 5,5% y 4,7% en el precio, algo que contrasta con el precio de los huevos de gallina que, después de las primeras subidas, ha reaccionado a la baja y en estos momentos no supera el 0.5% de incremento.

La carne de ave

Es uno de los productos que supera el 10% de subida, en concreto alcanza el 13% y se debe al incremento de los costes de producción, sobre todo de la luz…lo de los piensos llegará un poco más tarde. Y es un problema porque la carne de pollo es una de las carnes más consumidas por los españoles. Cn la subida de la luz, el aumento de los costes de producción alcanza un 47%, lo que ha obligado a los carniceros a tener que subir el precio en tienda a más de tres euros el kilo.

El pescado

A la cabeza de todas las subidas están los precios del pescado. Y es que el incremento del coste del gasoil está llevando a todo el sector pesquero a la crisis. Ni con subidas que en algunos casos superan el 30 y el 60% les sale rentable a los pescadores salir a faenar. Además, el consumidor, ahuyentado por estos precios mira la pescadería desde la barrera y se va a otra sección. Baja el consumo pero los precios suben…una muy mala situación. Por poner unos números, la caballa se ha encarecido un 38%, la anchoa supera el 25%, el atún roza el 70% y la merluza el 15%. Bacaladillas, peces planos e incluso los de piscifactoría se incrementan por encima del 14%.