Se ha celebrado el Día Internacional de los Bancos, creado por sus esfuerzos para mejorar  de vida de los ciudadanos. Parece un sarcasmo, pero no lo es. Fue el 19 de diciembre de 2019, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la resolución 74/245, que designaba el 4 de diciembre como el Día Internacional de los Bancos en reconocimiento al importante papel de estas entidades por mejorar el nivel de vida de los ciudadanos. Resulta difícil explicarse en qué estaban pensando aquel día en la ONU o qué se habían tomado.

Las mayores carencias bancarias se relaciona con los mayores

Lo denuncia la Asociación para la Defensa de Consumidores y Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (ADICAE), que pone como ejemplo de la chacota de Naciones Unidas, todas las carencias detectadas por la asociación en los servicios financieros para con nuestros mayores, personas en riesgo de exclusión social o que viven en zonas rurales, y que no contribuyen en absoluto a la consecución de dichos objetivos.

En relación a la primera cuestión, y según estudios propios de la asociación, el 74% de los consumidores no conocen el protocolo Estratégico para Reforzar el Compromiso Social y Sostenible de la Banca y más del 90% no ha recibido ningún tipo de formación financiera por parte de los bancos. Yo añadiría que no mejor será que no pregunten en su sucursal por el Protocolo en cuestión, porque de los 30 euros no creo que baje, y del cursillo de formación mejor no hablar que son palabras mayores.

Esa conocida cuenta de pago básica 

Respecto a la cuenta de pago básica, la cual sólo puede ser contratada por los colectivos más vulnerables, es preciso recordar que todos los bancos que comercializan cuentas corrientes están obligados a ofrecer una cuenta de pago básica desde el 23 de abril de 2019 a aquellas personas que por su precaria situación lo requieran. La realidad que denuncia ADICAE: es que no se está publicitando a los clientes más que con una breve reseña en la web, la tenencia de una cuenta corriente previa impide la contratación de una básica y, además, la documentación a aportar para demostrar la condición de vulnerabilidad es excesivamente compleja para el usuario al que va destinada dicha cuenta. Lo que sea con tal de salvar cualquier euro en comisiones.

Ya se han perdido el 60% de las sucursales bancarias

En cuanto a la “despoblación financiera” ADICAE resalta los alarmantes datos que diversos informes han puesto sobre la mesa: el Banco de España (BdE) reconoce que durante la primera mitad de este año se ha cerrado una sucursal cada dos días, es decir, 120 establecimientos menos sólo en el primer semestre. Desde junio de 2018 hasta el término del primer semestre de 2023 la pérdida es del 40% de las sucursales. Avanzando hasta el 2008, que fue el año con el mayor número de sucursales bancarias abiertas,  la pérdida se acerca al 60% (según datos del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas). A este respecto, la llamada “España vacía” también es la que encabeza esta “despoblación financiera”, siendo Castilla y León la triste campeona de este ranking, según este mismo informe.