Muchas empresas están actuando de manera responsable y mirando por el bien común, que no es otro que controlar la pandemia y no tener que repetir esta pesadilla en los próximos meses. Pero hay otras, al igual que determinados individuos, que hacen su real gana y caso omiso de las recomendaciones, como Iberia.

La Guardia Civil y Facua han denunciado a Iberia Express ante la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), por incumplir los requisitos de separación entre pasajeros establecidos con motivo del estado de alarma,  – Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo- tras constatar que el aparato voló con una ocupación que superaba el 70% de su capacidad (155 pasajeros sobre 180 asientos que tiene el avión) y no se respetaban las distancias de seguridad entre pasajeros para evitar contagios

Pero Iberia ha aprovechado – lo que en estas circunstancias es de una bajeza moral inconcebible- una laguna en la normativa que no está clara para este tipo de vuelos entre la Península y las islas. Y es que la orden del Ministerio de Transportes regula expresamente los vuelos interinsulares, estableciendo en sus artículos 2 y 4 que las compañías aéreas deben limitar al 50% la capacidad de sus vuelos entre islas de Canarias y Baleares. Pero no especifica ningún tipo de límite para los vuelos con la Península. La normativa deja en manos de las aerolíneas la adopción de las medidas de seguridad oportunas. Que Iberia no tenga ningún respeto por la seguridad sanitaria de sus pasajeros no debiera sorprendernos, lo primero es el beneficio.