Igual que sucede con la electricidad, los carburantes y el gas natural, todo, todo menos la cerveza en Madrid, también nos suben la bombona de butano. El envase doméstico se paga hoy a 14,64 euros, acumulando un aumento de dos euros y medio desde noviembre del año pasado. Una dolorosa subida para aquellos hogares que dependen del butano para la calefacción y el agua caliente y que acaban de afrontar otra significativa subida del precio de la electricidad, un 11% de media, según advierte la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Esta subida del 4,87% del precio de la bombona (cerca del máximo permitido en cada revisión) se ha producido a pesar del descenso del 6,7% del precio del gas y del 25% del coste de los fletes para su transporte. Y es consecuencia de un leve empeoramiento del tipo de cambio con el dólar y un déficit de tarifa anterior acumulado. Quizá la única buena noticia es que, revisando a fondo la disposición del Ministerio para la Transición Ecológica, parece que el nuevo precio es mayor del que debería, de modo que se estaría generando un superávit de tarifa que podría traducirse en una reducción del precio final en la próxima revisión de julio.

 En cualquier caso, las familias con dificultades económicas deberían comprobar si tienen derecho al bono social eléctrico, ya que incluye una ayuda térmica automática por un importe de entre 29 y 124 euros al año sea cual sea la fuente de energía que se emplee y que varía según la zona climática donde se encuentre la vivienda, así como del grado de vulnerabilidad económica del usuario. OCU estima que alrededor de 1,2 millones de hogares no disfrutan de esta ayuda aun cumpliendo los requisitos para recibirla, por lo general por no haber sido informados correctamente de su existencia. Se trata en muchos casos de hogares donde la bombona de butano es el único recurso de calefacción, bien porque no hay alternativas o porque no pueden pagar otras fuentes de energía más caras.