Todas las medidas que se han tomado hasta ahora no han conseguido unos precios razonable para la luz que lleva la factura mensual a unos extremos insospechados. La realidad, sin la excepcionalidad ibérica, sería imposible de asumir. El recibo eléctrico del usuario medio ha alcanzado los 158,26 euros en el agosto más caro de la historia. El mes ha finalizado con una subida interanual del 70,0%, frente a los 93,10 de hace un año, según pone de manifiesto el análisis de FACUA-Consumidores en Acción sobre la evolución de la tarifa semirregulada (PVPC).

La factura de este agosto ha sobrepasado en 16 euros la del mes anterior, cuando representó 142,30 euros, y se sitúa como la segunda más cara a nivel histórico, superada solo por los 176,73 euros del pasado marzo.

Y un apunte importante sobre los tramos horarios. Este mes el periodo valle -de 0 a 8 horas, sábados, domingos y festivos nacionales completos- ha sido de media más caro que el punta -lunes a viernes 10 a 14 y de 18 a 22 horas-. El primero ha tenido un precio medio de 41,40 céntimos por kilovatio hora (kWh) y el segundo 40,76. El horario llano ha supuesto 36,99 céntimos.

El precio más caro del mes fue el del 30 de agosto a las 3.00 horas, cuando alcanzó los 73,84 céntimos/kWh. El día que ha tenido de media las tarifas más caras ha sido este 31 de agosto, nada menos que 64,29 céntimos.

El tope al gas, absolutamente insuficiente

Aunque la aplicación del tope al gas y el IVA al 5%  han frenado un incremento mucho mayor,  estas medidas resultan absolutamente insuficientes y l asociación de consumidores reclama al Gobierno y la Comisión Europea actuaciones mucho más contundentes para acabar con la brutal especulación en el sector y proteger a las familias.

Hasta la fecha, las cinco facturas más elevadas han sido los 176,73 de marzo de 2022, los 158,26 euros de este agosto, los 142,30 euros del pasado julio, los 140,62 de diciembre de 2021 y los 133,85 del junio de este año.

El modelo de subasta marginalista es el origen de la especulación y de los desproporcionados precios que pagan los consumidores. Por ello el Gobierno de España debe plantear a la Comisión Europea un cambio radical en el sistema, dado que resulta disparatado que los consumidores tengan que pagar las energías más baratas al precio de las más caras. Y las más caras no son siempre las que tienen los costes de producción más altos -las que dependen del gas-, sino también las que, como viene ocurriendo con la hidroeléctrica, pujan en la subasta al mismo precio o incluso por encima de lo que lo hacen las centrales que queman gas.

FACUA insiste en exigir al Gobierno que proteja a las familias por la vía de declararlas a todas -excepto las rentas más altas- consumidores vulnerables, de manera que puedan acogerse coyunturalmente a un bono social especial, que les permitiría pagar tarifas con grandes descuentos sobre lo que dicta el mercado. Se trata de una fórmula que, en opinión de la asociación, respeta el derecho comunitario en materia eléctrica.

El kWh en agosto

En agosto de 2021, el precio del kWh de electricidad se situó en una media de 15,66 céntimos en horario valle, 20,34 en llano y 31,33 en punta (con el 15,62% de impuestos indirectos incluidos). Este agosto, el precio medio ha sido de 41,40 céntimos en horario valle, 36,99 en llano y 40,76 en punta (incluido el 5,525% de impuestos indirectos que se aplican en las facturas emitidas desde el pasado 1 de julio). La media aritmética entre los tres tramos ha sido este mes de 35,74 céntimos, un 76,1% más que los 20,30 de hace un año. La media ponderada tomando como referencia el consumo del usuario medio en cada tramo ha sido de 35,71 céntimos, un 85,0% más elevada que los 19,30 de julio de 2021.