El aumento de la inflación en los últimos meses está generando dificultades significativas sobre la economía doméstica, ya debilitada desde el inicio de la pandemia. En concreto, un 24% de los hogares tiene dificultades para cubrir estas necesidades y hasta un 34% no tiene ningún margen de ahorro, lo que es muy preocupante con una situación tendente a empeorar. Son los datos de una encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) a una muestra representativa de españoles de entre 25 y 79 años.
Estas dificultades no afectan a todos los hogares por igual, los resultados vienen determinados por una serie de condicionantes como el tipo de familia, la situación profesional, la propiedad de la vivienda y la edad. En concreto, los que han resultado más perjudicados por estas subidas según la encuesta han sido: en primer lugar, las familias con niños a cargo (el 59% de ellas no tienen ningún margen de ahorro); después, quienes se encuentran en situación de desempleo (51% igualmente sin margen de ahorro); los que viven de alquiler (46% incapaces de ahorrar); y, por último, las personas del grupo de edad de entre 45 y 59 años (39% que tampoco pueden ahorrar nada). Vemos por lo tanto que la situación afecta a la infancia y a los más vulnerables.
Para tratar de reducir o minimizar estos impactos económicos en la economía familiar, son comunes distintas formas de ahorro. Entre las medidas más empleadas por los hogares destacan: comprar productos de las marcas más económicas en el supermercado, las conocidas marcas blancas, o usar menos los electrodomésticos (42% de los encuestados); el 29% ha pospuesto la compra de ropa o ha renunciado a hacerlo. Además, hasta el 36% de los participantes reveló usar menos su coche para ahorrar gasolina. t
Ante esta situación, OCU pide a las diferentes administraciones una suspensión temporal de impuestos energéticos, rebajar el IVA en los alimentos, así como proporcionar cheques comida a las familias más vulnerables, especialmente en el caso de hogares con niños y padres en situación de desempleo. Además, la organización apunta la necesidad de indicar con claridad toda la información sobre estas ayudas, los plazos y cómo solicitarlas.
Con todos los países europeos preparándose para un empeoramiento de la situación, controlando o nacionalizando como Francia, las empresas energéticas, apretándose ya el cinturón y subiendo impuestos a los que más tienen, a las empresas eléctricas y a los beneficios de las empresas, parece llegado el momento de que en España comencemos a hacer lo mismo. No se trata de bajar los impuestos a todos, porque el Estado necesita mantener ingresos, sino de hacerlo a los más vulnerables subiéndolos a las rentas altas. También hay que controlar los beneficios de las empresas, sobre todo ante las peticiones sindicales de subidas de sueldo.