Continúa el debate sobre la consideración de la vivienda como un bien que debe ser asequible a todos los ciudadanos y fuera de la especulación empresarial. Y el último capítulo hasta ahora promete traer consecuencias para todos los países con problemas de vivienda. Los votantes de la capital de Alemania, Berlín, han votado a favor de aprobar una iniciativa electoral que exija la expropiación de los pisos vacíos de las grandes empresas inmobiliarias y comerciales y que una nueva empresa de vivienda pública gestione los alquileres.

Con más de la mitad de los votos comprobados, el referéndum de este domingo se ha saldado con un 57 por ciento a favor de la medida y un 38 por ciento en contra, según apuntan funcionarios electorales. El resultado definitivo se conocerá los próximos días.

Estas grandes empresas inmobiliarias cuentan cada una con más de 3.000 pisos en la capital, y en base a esta iniciativa algunos de ellos serían «socializados» o puestos en manos de la gestión pública. Esto afectaría a cerca de 240.000 apartamentos, es decir, en torno al 15 por ciento del parque de vivienda berlinés.

A cambio de esta socialización de sus bienes inmobiliarios las empresas serían compensadas económicamente con unas liquidaciones que se estima que puedan alcanzar los 13.700 millones de euros.

Sin embargo, esta votación no es legalmente vinculante, aunque sí que servirá como medida de presión para los legisladores de Berlín para que aborden este aspecto que es punto de conflicto en una ciudad que lucha contra la gentrificación y el aumento del precio del alquiler.

La iniciativa Deutsche Wohnen & Co. enteignen (Expropiar Deutsche Wohnen & Co.), que impulsó el referéndum, cree que la medida podrá detener el aumento de los alquileres y asegurar precios asequibles a largo plazo.