Desde principios de año estamos asistiendo a una imparable subida de las energías que está poniendo en graves aprietos la economía familiar de los mas vulnerables. Sobre todo por que su incremento está llevando al IPC por encima del 5,5% y nos acercamos a la Navidad, el templo del consumo.
Junto con el incremento de la factura eléctrica el coste de los combustibles también está disparado. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte que desde hace al menos 15 años no se producía una subida tan rápida e intensa del precio de los carburantes: desde noviembre de 2020 el precio medio de la gasolina 95 se ha incrementado un 32,2% (0,368 euros/litro) y el del gasóleo un 36,5% (0,370 euros/litro). Lo que, traducido a un repostaje de 50 litros, supone un coste extra para el consumidor de 18,4 y 18,5 euros en gasolina y en diésel, respectivamente.
Si la evolución actual de los precios se mantiene, los carburantes alcanzarán máximos históricos antes de final de mes, superando el récord de septiembre de 2012. En concreto, con el precio actual de la gasolina 95 en 1,51 euros, solo falta 1 céntimo para alcanzarlo; mientras que, con el diésel a 1,38 euros, la distancia es de apenas 6 céntimos.
Ahora, más que nunca, conviene buscar las estaciones de servicio más baratas: en Madrid, por ejemplo, pueden ahorrarse hasta 13 euros al repostar 50 litros de gasolina. Según el comparador de precios OCU, el litro de gasolina 95 varía entre los 1,369 euros/litro de la estación de servicio de Simón Group de la carretera de Villaverde a Vallecas, y los 1,629 euros/litro de la Cepsa de la calle Alcalá 415, lo que supone una diferencia del 19%.
Para el diésel las estaciones más baratas son dos: la citada de Simón Group y la de Ballenoil del Camino del Pozo del Tío Raimundo, 6, con un precio de 1,249 euros/litro; mientras que la más cara es la Repsol de la Avenida Daroca, 336, con un precio de 1,519 euros por litro. En este caso la diferencia, del 22% implica un posible ahorro de 13,5 euros.