Con el claro objetivo de mostrar con mayor claridad nuestras interioridades financieras y la solvencia de nuestros recursos, el Banco de España no quiere sorpresas ante lo que se avecina. Y lo hace obligando a las entidades bancarias a informar a la Central de Información de Riesgos del Banco de España (CIRBE) de todas las deudas pendientes de pago superiores a 1.000€ que tengan sus clientes. Esto supone un descenso considerable del umbral, que hasta ahora se situaba en los nueve mil euros y que permitía a algunos clientes repartir su deuda entre distintas entidades sin que constara en los registros.

Antes de la nueva modificación era posible que se tuvieran varias deudas inferiores a 9.000 euros en una variedad de entidades y que el sistema no detectara ningún tipo de morosidad. Pues una vez que eres incluido en la lista de información de la CIRBE puede suponer un problema para solicitar nuevos créditos, ya que actúa como base de datos del riesgo de los clientes financieros tanto en préstamos, créditos, avales o garantías.

Esta nueva medida supondrá un reto para el Banco de España, pues se necesita una mejora tecnológica para poder recibir los datos cada 21 días naturales, en vez de cada 30 como se hace actualmente. Sin embargo, se planea que este nuevo sistema pueda estar totalmente implantado en un par de años. El objetivo principal es mejorar la regulación relacionada con los créditos revolving y el control de los créditos al consumo que está preocupando mucho al regulador.

Otra novedad es que a la CIRBE no solo podrán aportar datos y consultarlos los bancos, sino que también lo podrán hacer con las entidades de dinero electrónico, siempre y cuando estas concedan préstamos.

Esta normativa también aumenta la vigilancia sobre la concesión de crédito o tarjetas revolving. Ya que se trata de un producto que alcanza tipos de interés muy altos en comparación con otro tipo de préstamos. El Tribunal Supremo estableció que un interés «algo superior al 20%» se debía considerar usurario, pero el Ministerio de Asuntos Económicos ha decidido no poner un límite a los intereses y si más información de las condiciones a los usuarios.

Esta nueva norma obliga a las entidades a que la publicidad e información sobre este tipo de productos sea más clara y transparente. Debiendo de mostrar al cliente un ejemplo claro de los posibles interese a pagar si contrata dicho préstamo. Para que el cliente pueda tomar la decisión conociendo los riegos y posibles efectos del préstamo.