En un momento de subidas disparatadas de cualquier forma de energía, ya sea eléctrica o basada en los combustibles fósiles, la importancia de un buen aislamiento en la vivienda es fundamental y puede ahorrarnos mucho dinero al año. Que de momento es mucha la cantidad que se nos va por paredes, puertas y ventanas. De ahí la importancia de considerar seriamente invertir en una mejora que a la larga nos saldrá rentable y que podemos disminuir el tiempo para alcanzar esa rentabilidad con la política de subvenciones existente.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte que el 50% de las viviendas españolas son anteriores a 1.980 y, por lo tanto, su construcción no estuvo sujeta a ningún Código Técnico de Edificación que obligara a poner unos espesores mínimos de material aislante en techos, paredes y ventanas. Por lo tanto, salvo que se hubieran reformado luego, sus aislamientos térmicos son deficientes o muy deficientes.

Además de en las viviendas antiguas, es recomendable mejorar el aislamiento en casas con problemas de humedades en las paredes, condensaciones en las ventanas o con etiqueta energética D o E, especialmente si están ubicadas en una zona climática fría.

Con el fin de conocer los costes en aislamiento, la asociación ha pedido varios presupuestos para un piso de 90 m2 en la zona climática D, la segunda más fría, incluyendo instalación, acabados, pintura e impuestos. Y los precios varían entre los 3.200 euros si se hace una reforma ligera, aislando parcialmente los muros exteriores (6 cm de poliestireno extruido), y 10.500 euros si se opta por un mayor espesor del aislamiento (12 cm) o un relleno de las cámaras interiores al 100% (con fibra de celulosa, por ejemplo), además del cambio de las ventanas a unas de calidad PVC con vidrio 4-16-4 bajo emisivo. En el primer caso, el ahorro en climatización alcanzaría los 165 euros al año, en el segundo, 975 euros al año.

Los costes del aislamiento siempre acaban amortizándose, sobre todo en una zona fría. El plazo depende básicamente del tipo y el importe de la subvención, que oscila entre el 30% y el 80%: hay subvenciones directas a las obras de aislamiento (Real Decreto 835/2021), subvenciones para rehabilitar viviendas en poblaciones en “reto demográfico” (Plan Pree 5.000) y deducciones fiscales para la inversión en la rehabilitación de la vivienda habitual. Ayudas que deben solicitarse telemáticamente en cada comunidad autónoma.

Para conseguir un significativo ahorro energético por mejora en los edificios en necesario mejorar la tramitación de las ayudas, simplificando el papeleo y creando una ventanilla única. Pero también controlar de manera más estricta la expedición del certificado energético. Además, en el caso de los consumidores vulnerables, OCU considera que deberían poder beneficiarse de subvenciones de hasta el 100% del importe, incluyendo el IVA. Subvenciones que no deberían condicionarse a ser beneficiarios del bono social, ya que alrededor de 1,2 millones de personas que tienen derecho a él no lo conocen o no saben cómo tramitarlo.