Hasta cierto punto es lógico que el agua no cueste lo mismo en todas las ciudades de España ya que las infraestructuras de captación, abducción y depuración, son muy diferentes. Aunque dicho esto encontramos que las tarifas existentes en nuestro país son muy dispares. Tampoco existe una tarifa básica común para un consumo reducido de personas vulnerables.
Demasiada diferencia de precio para un mismo consumo
Un estudio comparativo de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sobre el coste de la factura del agua en 54 ciudades revela la disparidad de políticas tarifarias y, consecuentemente, las enormes diferencias de precios para un mismo consumo. Así, para un consumo anual de 175 m3 de agua, que equivale al de un hogar medio de tres o cuatro personas, el importe oscila entre los 164 euros que pagan los vecinos de Guadalajara y los 520 euros que pagan los de Barcelona.
Barcelona tiene el agua más cara
Junto con Barcelona, varias localidades destacan por el alto coste de su recibo del agua, superior a los 400 euros al año, como sucede en Murcia, Alicante, Palma, Huelva, Lérida, Tarragona y Cádiz. Un importe que duplica el que pagan los vecinos de Guadalajara, Palencia u Orense. Es cierto que las ciudades del levante afrontan dificultades de suministro, pero la elevada factura también se debe al encarecimiento del saneamiento, cuando debería ser similar entre las diferentes urbes. Además, no todas las ciudades con tarifas elevadas ofrecen una política de descuentos significativos para hogares vulnerables, como al menos incluyen Barcelona (29% de descuento) y Alicante (20%).
Un cuadro tarifario complejo
Pero las diferencias de precio también se explican por unos sistemas tarifarios para el suministro de agua muy complejos, con entre dos y ocho bloques distintos dependiendo del consumo del hogar. Y muy dispares: por ejemplo, el primer bloque, el más económico, puede cubrir entre 24 y 240 m3 de agua al año según la localidad. Si además el coste fijo del agua en el municipio es muy alto, el consumir más o menos influye menos en la factura y por lo tanto se desincentiva el ahorro de agua.
Armonizar las tarifas del agua
Por todo ello, OCU exige al Gobierno y a las Comunidades Autónomas que impulsen una armonización de las tarifas municipales del agua, de modo que sean transparentes, comparables y sencillas (con tres o cuatro bloques de consumo, como máximo) que garanticen un precio accesible para un consumo básico. Al tiempo que se penalice un consumo excesivo de agua, dada la grave situación de sequía que sufre la mayor parte del país.
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