Las compañías suministradoras de agua y energía tienen en nuestro país un negocio redondo y la falacia de que la libre competencia reduce los precios está cada vez más a la vista. Entre ellas fijan las tarifas a los consumidores. Que sea ahora la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) la encargada de fijar las tarifas de acceso del gas natural se ha traducido en una rebaja de su precio, que contempla el transporte y la distribución del gas, de entre el 1,1% y el 4,8% según el consumo. Una rebaja que, sumada a la reducción del coste de la energía, se traduce en significativo ahorro en la factura.

La Organización de Consumidores y Usuarios, (OCU) estima que este ahorro ya tiene cifras y se traduce en un 2,5% para los hogares que menos gastan, con la tarifa 3.1 (TUR1). Que implica un ahorro de alrededor de 15 euros al año. Y de un 5,2% para los hogares que consumen más de 5.000 kWh al año, con la tarifa 3.2 (TUR2). Un ahorro de unos 30 euros al año.

La inmensa mayoría de los usuarios con tarifa libre solo se beneficiarán, de momento, de la rebaja de las tarifas de acceso. Para otro tipo de cambios en su tarifa tendrán que esperar hasta su fecha de renovación y analizar la nueva propuesta que les haga su compañía. En la actualidad buena parte de las tarifas libres son desaconsejables por su alto coste.

 La OCU recomienda a los usuarios que comprueben el tipo de tarifa que tienen contratada y, en el caso de que estén en el mercado libre (tal y como les sucede a cuatro de cada cinco), que comparen el precio que pagan con el de las tarifas más baratas, entre ellas la TUR, entrando en  www.quieropagarmenosluz.org. Las diferencias entre distintas tarifas para un mismo consumo superan en muchos casos el 15%.