El Defensor del Pueblo ha abierto una investigación por el incumplimiento por parte del Gobierno de las recomendaciones de Naciones Unidas en materia de vivienda, a raíz del caso de una familia con dos menores que  fue desahuciada sin ofrecerle una vivienda alternativa.

El 20 de junio de 2017 el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas, órgano encargado de supervisar el cumplimiento de los estados de las obligaciones incluidas en PIDESC, condenó a España por el grave incumplimiento de sus obligaciones en materia de vivienda. Lo hizo a raíz del caso de una familia que vivía de alquiler en una habitación en Madrid que había solicitado hasta en 13 ocasiones, desde 1999 a 2011, una vivienda social ante el Instituto de la Vivienda de Madrid – por lo visto Botella necesitaba las viviendas para vendérselas a Blackstone– atendiendo a sus dificultades económicas. Ninguna fue admitida. El 3 de octubre de 2013, la familia, con dos hijos menores fueron desahuciados después de que la propietaria del piso decidiera no renovarles el contrato de alquiler y el juzgado ordenase el desalojo. Sin otro lugar a donde ir, primero durmieron durante 10 días en un centro de personas sin hogar. Tras ser invitados a marcharse, la familia acabó durmiendo en el coche.

Después de estudiar el caso la respuesta del Comité fue clara: el desahucio de esta familia, sin alternativa habitacional, vulnera el derecho a la vivienda reconocido en el PIDESC. La decisión del Comité incluye recomendaciones generales para paliar un problema que se demuestra estructural en España, donde solo en 2017 se han producido 57.996 desahucios.

Tras la condena a España por incumplimiento grave de sus obligaciones en materia de vivienda,  diversas organizaciones crearon en septiembre de 2017, el Grupo de Monitoreo para comprobar el cumplimiento del Dictamen y plantearon una queja ante el Defensor del Pueblo. Las organizaciones denunciaban así la falta de medidas estatales sobre vulneración del derecho a la vivienda, en un contexto social de repunte de los desahucios derivados de alquiler y expulsión del acceso a la vivienda de miles de personas. Tras la queja, el Defensor del Pueblo ha abierto una investigación considerando que el Gobierno no está prestando la debida consideración al dictamen del Comité ya que en su respuesta al Alto Comisionado de Naciones Unidas no valoró como merecía las recomendaciones. En este sentido, el Defensor del Pueblo dice que “la remisión de una respuesta de un folio parece indicar que no se ha dado a esta cuestión por parte de las autoridades españolas la importancia que este tema merece”.

Además, también considera que se habría incumplido su obligación de dar a conocer y divulgar la decisión del Comité, puesto que tan solo se publicó en un número del Boletín del Ministerio de Justicia, sin ninguna otra forma de difusión. Como señala el propio Defensor del Pueblo, es necesario también publicar la decisión en el Boletín Oficial del Estado.

Recomendaciones del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas a España:   

  • La reforma de los procedimientos judiciales para que los jueces sean capaces de valorar las consecuencias personales del lanzamiento,
  • la necesidad de cooperar más y mejor entre los tribunales y los servicios sociales para evitar que nadie se quede en la calle,
  • la obligación de asegurar alternativas habitacionales en caso de desahucio y
  • la creación de un plan nacional comprensivo para garantizar el derecho a la vivienda a personas con escasos recursos.

Grupo de Monitoreo integrado por: Amnistía Internacional, FEANTSA – Cáritas, Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), Fundación del Consejo General de la Abogacía Española, Arquitectura Sin Fronteras (ASF), Observatori DESC, Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), Federación de Asociaciones Vecinales de Barcelona (FAVB), Sindicato de Inquilinos, Centro de Asesoría y Estudios Sociales (CAES), y Red-DESC internacional (ESCR-Net).