Con una crisis económica en ciernes, de la que todavía se desconoce su duración y profundidad, las autoridades financieras ya están hablando se sus previsibles consecuencias. Y una de ellas es el incremento de la morosidad. El Banco de España prevé que una caída del PIB este año próxima al 9,5%,  podría disparar la tasa de morosidad en más de 6 puntos y superar incluso los registros de la Gran Recesión de 2008.

Y es que la situación ya está comenzando a agravarse, la crisis del coronavirus ha dejado ya los primeros impagos en los balances de los bancos por parte de clientes que no pueden hacer frente a la letra o vencimiento de sus créditos, en la mayoría de casos vinculados al consumo. Mientras dure la situación de alarma, muchos ciudadanos  pueden acogerse a una moratoria de tres meses aprobada por el Gobierno para pagar alquileres o suministros o a la propuesta por las entidades para pagar solo los intereses del crédito durante más tiempo. Pero la morosidad está a la vuelta del verano.

En el Banco de España ya están realizando sus propias previsiones internas ante la posibilidad de pasar de la crisis sanitaria a la económica y de ahí a la financiera. Sus registros  advierten de que históricamente la tasa de morosidad sube un 0,7% por cada pérdida del 1% del PIB. Estimando una caída de la economía para este año próxima al 9,5%, que es el escenario previsto,  la morosidad podría llegar hasta 6,6 puntos porcentuales.

Si se alcanzara la tasa esperada, supondría más que duplicar la actual tasa del 4,9% y sobrepasar por mucho el registro máximo del 8% alcanzado durante la crisis de 2008. Aunque aún es pronto para calcular la magnitud real del impacto en la economía del coronavirus.

La situación comenzaría a descompensarse con los créditos al consumo, de los que el Banco de España lleva advirtiendo ya desde hace más de dos años por haber crecido por encima del 10%. Es lo primero que se deja de pagar, antes de hipoteca o suministros. No son el mayor problema para los bancos, pero si la crisis se prolonga llegará a las hipotecas y ahí comenzará el problema del que ya tenemos antecedentes.