“Aquí no hay un coste para los contribuyentes españoles”, esta es la frase estrella de Luis de Guindos hablando del rescate a la banca, cuando intentaba dejar muy claro que “no costaría ni un euro”. Unos años después el Banco de España habla ya de no menos de 60.600 millones de euros, los que pagarán los contribuyentes españoles, aunque otras fuentes suben las pérdidas hasta los 75.000 millones. Y todas las cifras son posibles, porque el dinero inyectado a la banca asciende nada menos que a 122.122 millones de euros, aunque como con las cifras de pérdidas, otras fuentes llevan la cantidad hasta los 200.000 millones de euros.
Si nos centramos en los datos oficiales, los 60.613 millones de euros de pérdidas, supondrían una pérdida del 79% de los 76.410 millones que se han inyectado, por unas u otras vías, al sistema. De ellos 39.542 millones recaerán sobre el erario público y el conjunto de los contribuyentes, y los 21.071 millones restantes serán la factura para los recursos privados que movilizó el conjunto del sector financiero a través del Fondo de Garantía de Depósitos.
Todo comenzó cuando el 29 de marzo de 2009 el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se lanzó al rescate de la Caja de Ahorros de Castilla la Mancha (CCM). Y a partir de ahí las Cajas de Ahorro fueron cayendo como en una rueda de dominó. Y el Estado acudiendo en su ayuda. Este fue el primer error, las Cajas de Ahorro españolas –fenómeno local que traía loco al BCE- nunca debieron ser rescatadas con el dinero de los contribuyentes sino con el de sus acreedores. Pero el PSOE y luego el PP, metidos hasta las cejas en los manejos de las cajas de ahorro, trasladaron a todos los ciudadanos el agujero de los chiringuitos financieros, en que partidos políticos, sindicatos y Comunidades Autónomas habían convertido a las otrora solventes y respetables cajas de ahorro.
Se estima que a cada familia española le toca pagar algo más de 3.300 euros. Luis de Guindos esgrime que la cantidad qe se pierda podría bajar un poco por la privatización de su participación en Bankia y BMN, valorada en 11.187 millones, y la parte de las garantías que no se utilice. De lo que no habla, es que también podría verse incrementada por la imputación de nuevas pérdidas a los sistemas de protección de activos, otorgados por el Tesoro a los compradores de las entidades financieras rescatadas y son 10.900 millones.
Y estas previsiones son parte del problema que el TC señala como una nueva irregularidad: la forma de actuar del FROB a la hora de “regalar” las cajas rescatadas a los bancos, encareciendo una factura que ahora tenemos que pagar todos. Y la situación en la que se movió este organismo creado por Zapatero, levanta muchas dudas sobre posibles corruptelas. Decenas de miles de millones de euros para sanear entidades, que luego se regalaban por un euro a otras. Es preciso investigar muy en profundidad su actuación. Y es que hay situaciones, como la del Banco Sabadell haciéndose cargo de la CAM por un euro, en que este banco además recibe del Estado el compromiso de cubrir todas las deudas derivadas de los activos más tóxicos, hasta un total de 16.600 millones de euros. Con lo que de pagar un euro por la CAM nada de nada. Pagó el Estado que somos todos y se hizo a través de los intereses políticos del momento.
El coste de esta fiesta, en la que el PP y el PSOE han sido los anfitriones, recae sobre todos nosotros, pero es preciso entender la situación. Y una pista nos la da el que los presidentes de dos de las Cajas que nos han salido más caras, eran dos ex ministros, Bankia, con Rodrigo Rato del PP y Catalunya Banc con Narcís Serra por el PSOE.
Como ya hemos dicho antes todo comenzó con la intervención por parte de Zapatero de CCM en el 2009 y se siguió hasta el 2015. Según los datos del Tribunal de Cuentas (TC), la antigua Caja de Ahorros del Mediterráneo ha recibido ayudas por valor de 26.302 millones, el grueso de los cuales (21.859 millones) corresponde al EPA otorgado a Banco Sabadell para que se quedara con la entidad alicantina por un euro. El TC contabiliza una pérdida de 11.065 millones.
A la CAM le sigue Bankia, con una inyección total de 22.426 millones. Ahora bien, el TC solo considera 12.346 millones de aportación perdida, por el importe que el Estado puede recuperar todavía con la venta del 62% que posee en la entidad.
Las pérdidas más importantes corresponden a Catalunya Banc, vendida a BBVA, donde los españoles vamos a perder 12.676 millones; el dinero total inyectado en esta entidad ha sido de 15.510 millones. Por encima de esa cifra, encontramos a Banco de Valencia que tiene el récord de mayor volumen de ayudas públicas en relación a su tamaño. La antigua filial de Bankia ha recibido 19.019 millones, de los que 6.142 millones se dan por perdidos.
La lista de entidades con mayores ayudas públicas se completa con los 12.279 millones de Abanca, con una pérdida de 9.159 millones, los 7.382 millones de CCM, con pérdidas de 3.701 millones, los 6.421 de Unnim, con pérdidas de 2.496 millones, los 2.693 de CajaSur,con 390 millones perdidos y los 2.194 millones invertidos por el FROB en Sareb, de los que el TC considera 542 de pérdidas.
En total se recuperarán en torno a 16.300 millones de euros de los 77.000 gastados, esto es, sólo se recuperará uno de cada cinco euros. De los 60.600 millones de euros que se perderán, en torno a 39.500 millones correrán a cargo del contribuyente, el FROB, mientras que casi 22.000 millones los ha aportado el FGD. ¿Cuánto son 60.600 millones? Sirva como comparativa que esta cuantía sería suficiente para volver a llenar la hucha de las pensiones que se ha vaciado durante la crisis, hasta el punto de superar el máximo histórico de ahorro, que se alcanzó en el año 2011.
Lo peor del rescate bancario que no recobraremos es que aún no hemos comenzado a pagarlo. Y es que éste rescate se financió con deuda y como tenemos déficit año tras año, la cuenta aún está pendiente. Constituyendo esta situación la causa principal del elevado déficit público y de los nuevos recortes que para cumplir las medidas de déficit impuestas por Europa se nos avecinan.
Según el BCE, el dinero destinado al rescate de la banca que no se va a recuperar, asciende a unos 46.000 millones de euros, es decir, el 4,4% del PIB. Y esta cifra multiplica por 2,5 las ayudas públicas a la banca de la zona euro que han ido a parar a déficit, un 1,8%. Y a la banca española, receptora de las ayudas y beneficiaria de la situación, no se le va a pedir ninguna contribución para paliar la situación, estando ya como está, en situación de claros beneficios. Y si la banca no va a contribuir, los partidos políticos, causantes del desastre de las Cajas de Ahorro, no sólo no van a entonar el “mea culpa” sino que siguen echando capotes a sus implicados, que son muchos. Hay que decir, en éste sentido, que el Banco de España ha denunciado a la Fiscalía hasta 70 casos susceptibles de ser constitutivos de delito debido a la mala gestión de las entidades. Por su parte el FROB se ha personado en 21 procedimientos penales remitiendo, además 57 informes forenses a la Fiscalía contra la corrupción y criminalidad organizada.
En todo caso no se percibe un claro interés en la búsqueda del dinero perdido y no es que se haya esfumado, sino que ha pasado de forma discreta del entorno público al privado, en muchas operaciones de especulación inmobiliaria en las que estuvieron inmersas las cajas y sus dirigentes políticos. Aunque, ¿para qué se va a buscar y revolver donde no se debe? si el pueblo español ya ha asumido que tiene que pagar…como siempre. Y 3.300 euros por familia no nos parece mucho. ¡Somos así de espléndidos!
Eduardo Lizarraga
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