Centenares de miles de afectados por las cláusulas suelo han tenido que recurrir a los juzgados ante la negativa de los bancos a devolver la cantidad percibida de más. Las demandas anegan los juzgados y la mediación del Gobierno por los bancos demuestra su inutilidad. Un juzgado de Barcelona especializado para tratar cláusulas suelo ha sido el primero en condenar al banco denunciado, en éste caso al Banco Sabadell.

El juez ha condenado al Banco Sabadell a devolver a una afectada todo el dinero que le cobró en aplicación de estas cláusulas de limitación del tipo de interés variable por abajo. En su sentencia, el juzgado de Primera Instancia nº50 de Barcelona ha declarado «nula de pleno derecho» esta cláusula y ha condenado a la entidad a devolver a su clienta el dinero que le cobró al aplicarla.

Este juzgado es uno de los 54 que creó el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) el 1 de junio ante el aluvión de demandas previstas, con el fin de concentrarlas en una única sede provincial; en Catalunya, también se han activado el de Primera Instancia 3 de Girona; el de Primera Instancia 6 de Lleida y el de Primera Instancia 8 de Tarragona. Para hacernos una idea de la situación hay que decir que el juzgado de cláusulas suelo de Barcelona recibe más de 40 demandas diarias.

Con ésta sentencia el banco deberá volver a calcular las cuotas del préstamo hipotecario sin las cláusulas suelo y recalcular las cantidades a restituir por la aplicación de dicha cláusula desde el inicio del contrato. La condena se produce después de que la entidad haya presentado un escrito de allanamiento (conformidad) con la demanda, pero no de forma total: admitía las pretensiones de la clienta pero discrepaba de que se le reclamasen las costas y solicitaba que no se le impusieran. La jueza  ha aceptado esta petición del Sabadell.

En su momento la juez decana de Barcelona, Mercè Caso, apeló a la responsabilidad de las entidades bancarias para que negocien con los clientes las devoluciones para no colapsar los juzgados. Y ante la posibilidad de colapso -las medidas de Catalá no están dando ningún resultado-  les instó a negociar, ya que el criterio de las sentencias está siendo muy claro.