El euríbor, el principal índice que se aplica a las hipotecas en nuestro país, continúa subiendo desde que el coronavirus llegó a Europa. Desde su valor medio en febrero de 2020, el -0,288%, ha ido subiendo quedando a final del pasado mes en el -0,108%. Con esta subida comienza a generar incertidumbre entre los hipotecados y encarece las hipotecas a las que les toque revisión. Se trata del primer incremento en las cuotas mensuales de los préstamos hipotecarios desde mayo de 2019.

Pero que nadie se alarme que la subida va a ser muy pequeña. Si hace un año, una hipoteca media de 100.000 euros a un plazo de 20 años y con un diferencial de un punto porcentual sobre el euríbor, pagaba una cuota mensual de 545,89 euros, las hipotecas a las que toque revisión este mes de abril pasarán a pagar 546,11 euros al mes. Es decir, apenas 0,22 euros más al mes. Las previsiones sitúan el euríbor en el entorno del -0,20% en los próximos meses.

La causa de esta subida puede ser que en marzo y abril ha habido un aumento general del coste de financiación interbancaria, debido a la mayor desconfianza entre las entidades ante la recesión económica que se cierne sobre Europa y que aumentará las tasas de morosidad. Sin embargo, las expectativas del mercado apuntan a que se mantengan los tipos de interés en los niveles actuales durante más tiempo.

Y en la vuelta a una situación de tranquilidad en el índice tiene mucho que ver la batería de medidas extraordinarias de apoyo del Banco Central Europeo, así como la relajación de las normas para la admisión de colateral y las inyecciones de liquidez.

En este sentido el BCE ha insistido en compras ilimitadas de activos dentro de su programa antipandemia (PEPP) y ha confirmado que habrá más facilidades para la banca, aprobando un nuevo paquete de mejora en las condiciones de las operaciones de liquidez.
El euríbor a 12 meses cotiza en negativo desde hace más de cuatro años. Marcó su mínimo histórico en el -0,191% en febrero de 2018 y comenzó a repuntar cuando se esperaba que el BCE comenzara a subir los tipos de interés a finales de ese año. Sin embargo, la persistencia de la mala situación económica, hizo que la autoridad monetaria  fuera alargando el escenario de tipos en mínimos ante la desaceleración de las economías. Ahora, con la crisis del coronavirus, el organismo presidido por Christine Lagarde se ha comprometido a mantener sin cambios el precio del dinero.