Las elecciones europeas han salvado «in extremis» a los españoles de un nuevo atentado a su ya deteriorada economía con la subida del IVA y otros impuestos indirectos. Manuel Lagares, jefe de la comisión que ha elaborado el informe que debería servir de coartada al ministro de Hacienda Cristóbal Montoro para destruir todo el sistema fiscal español, propone un conjunto de medidas que quitarán 10.000 millones de impuestos a empresas y grandes fortunas cubriendo ese agujero en las arcas del estado con nuevos impuestos a las clases medias y bajas. Y la subida del IVA sería la medida estrella.

Lagares, no olvidar este nombre que se convierte en uno de los mayores enemigos del sufridor pueblo español, propone quitar 10.000 millones de impuestos a los ricos para que los paguen los pobres. Este es el ideario de los ultra liberales del PP, que siguen insistiendo en que debe eliminarse del todo el Estado social y que lo que reste del mismo lo paguen los pobres que para eso lo disfrutan.

La reforma fiscal, que proponen los economistas a sueldo de los ultra liberales peperos, supondrá millón arriba, millón abajo, el recorte de unos 10.000 millones de euros en impuestos a las empresas, por la vía de recortar el impuesto de sociedades y a las clases más favorecidas, que verán reducida su aportación por IRPF y gozarán de la abolición de cualquier carga sobre su patrimonio. Pero las aspiraciones de esta derecha impresentable y asesina no acaban aquí.

La segunda parte de esta nueva legislación miserable urdida por estos desvergonzados -no olvidar el nombre de Lagares- a sueldo de los de siempre, consiste en un conjunto de medidas para volver a recaudar esos 10.000 millones que generosamente se perdonan a los ricos. Y para ello se inventan unos nuevos impuestos indirectos y además suben el IVA. Los expertos proponen subir el IVA pero la campaña de las europeas puede retrasar la decisión que también pide Bruselas.

Lagares pide que se creen impuestos por circular por las autovías, que se diseñen nuevos impuestos de carácter supuestamente medioambiental, y, evidentemente, que se suba el IVA. Todos ellos impuestos indirectos, los más injustos y regresivos por definición, para así poder rebajar los impuestos directos, los que sirven para reequilibrar la riqueza de un país y reducir las desigualdades sociales. Todo ello se realizaría este año para que fueran ya efectivos durante el 2015…otra vez año electoral

En un segundo bloque de medidas, se desmontarían las bases financieras de la actual Seguridad Social, recortando las cotizaciones sociales que pagan los empresarios nada menos que en tres puntos. Es fácil imaginar el impacto que un recorte en sus ingresos de este calibre podría significar para la propia viabilidad del sistema. Y las promesas de todo este desatino social, que sólo beneficia a los de siempre, son también las de siempre, es decir, la creación de puestos de trabajo y el crecimiento económico. Una cantilena que lleva muchos años sonando en los mentideros de la derecha española que sólo quiere más beneficios y menos impuestos, aunque se condene al hambre y a la pobreza a millones de compatriotas. Al fin y al cabo la patria sólo sirve para llenarse la boca y exhibir alguna insignia rojigualda.