La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha denunciado que el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) se ha disparado con la crisis. Así, ha subido el 54,19 % en el período de cinco años en la ciudad de Madrid y el 33,82 % en Barcelona. El impuesto ha aumentado en torno al 23 % en Valladolid y Sevilla; el 17 % en La Coruña; por debajo del 11 % en Bilbao y Valencia y el 7,91 % en Málaga durante este mismo tiempo, según el análisis de evolución del IBI en ocho ciudades realizado por la OCU.

La OCU se extraña y pone ante la opinión pública el dato de que al contrario de lo sucedido con el precio de la vivienda, que ha caído un 40 % de media desde 2008, el impuesto ha subido hasta un 54 % en la ciudad de Madrid.

La Organización de Consumidores y Usuarios estima que este impuesto municipal debería subir cuando los inmuebles valen más y bajar cuando lo hace el precio de la vivienda como ha sucedido en estos últimos años. Pero esto no sucede así y al ritmo de las necesidades municipales han subido de forma desproporcionada durante estos últimos años.

Los datos de la OCU constatan que muchos ayuntamientos, ante su mala situación económica, han decido subir de forma importante los impuestos como la vía más directa para equilibrar los presupuestos y los desmanes en la gestión. De esta forma los ciudadanos pagan la fiesta y los platos rotos. Y en éste sentido la OCU asegura que ha comunicado a las distintas administraciones (Ministerio de Hacienda y Ayuntamientos) el»malestar ciudadano por la subida desmesurada de impuestos en estos momentos de crisis, subidas que no se corresponden tampoco con el precio de las casas que sigue descendiendo.

Por supuesto que existen medidas «legales» para intentar paliar en lo posible esta nueva prepotencia municipal. Entre ellas domiciliar o fraccionar el pago, lo que puede rebajarlo hasta el 5% en algunos ayuntamientos. También solicitar la bonificación que pueda corresponder si se trata de una vivienda de protección oficial, el 50 % durante los tres primeros años. Tener en cuenta también que existen descuentos en algunos municipios para familias numerosas, que pueden llegar al 90 %. Hay otras, como que los ayuntamientos pueden aplicar reducciones de hasta el 50 % si se han instalado paneles solares en casa; pueden estar exentos del impuesto cundo son declarados patrimonio histórico o disminuir mucho la cuota; las viviendas alquiladas pagan menos IRPF y lo mismo sucede si se realiza una actividad económica en ella.
Aunque tal vez lo mejor sea unirse y negarse a pagar algo que es a todas luces injusto con la trayectoria actual del precio de la vivienda.