Islandia ya ha condenado a 26 banqueros, con un total combinado de penas de 74 años de prisión. Mientras, en España y otros países se salva a los banqueros a pesar de que hayan realizado delitos en contra del país y su sociedad.

La mayoría de los banqueros condenados en Islandia lo han sido a penas de prisión de entre dos y cinco años ya que la pena máxima en Islandia, pero ante la gravedad de los hechos para con la economía del país, están estudiando poder ampliar esas condenas. Los banqueros han sido procesados por manipular los mercados financieros islandeses después de que Islandia desreguló su sector financiero en 2001. Con el tiempo, la acumulación de la deuda externa se tradujo en un colapso de todo el sector bancario en 2008.

La Corte Suprema de Islandia y el Tribunal del Distrito de Reykjavík, sentenciaron, la semana pasada, a prisión, a tres altos directivos de Landsbankinn y dos altos directivos de Kaupthing, junto con un importante inversionista. Lo hicieron por delitos cometidos en el período previo al colapso financiero de 2008. Con estas resoluciones el número de banqueros y financieros que han sido condenados a prisión por delitos relacionados con el colapso financiero ha llegado a 26, con un tiempo de prisión total de 74 años.

El resultado de las malas actuaciones de los banqueros islandeses se tradujo en una inmensa deuda que los ciudadanos de ese país aún están pagando ocho años después. Una situación similar a la de España, aunque aquí el pueblo paga y los banqueros disfrutan de sus ganancias.

En Estados Unidos ni un solo ejecutivo bancario ha sido acusado de delitos relacionados con la crisis financiera de 2008, a pesar de que los propios Estados Unidos precipitó la crisis a escala global. En España tampoco.

El presidente de Islandia, Olafur Ragnar Grimmson, ha recordado su receta al resto de los países que aún siguen inmersos en la crisis: No seguimos las instrucciones del FMI ni las medidas realizadas por otros países, controlamos las divisas, dejamos que los bancos quebraran, proporcionamos apoyo al pueblo y no introducimos medidas de austeridad como sí está sucediendo en Europa.

Y mientras que en Islandia han procesado a los que causaron su crisis financiera, y siguen haciéndolo, en Estados Unidos se ha hecho todo lo contrario. En 2008, después de que el Congreso rescató a los bancos estadounidenses por una suma de 700,000 millones de dólares, pagados por los contribuyentes estadounidenses, muchos de los ejecutivos de esas instituciones que recibieron fondos de rescate, terminaron ganando grandes bonificaciones.

Y lo mismo ha sucedido y sigue sucediendo en España,donde entre la apatía general de la población, personajes siniestros como Rodrigo Rato se van de vacaciones a todo lujo, sin recatarse lo más mínimo y su secretaria es encerrada en la cárcel como si fuera la auténtica responsable de la estafa masiva de Bankia, que entre todos hemos pagado y que ha destrozado la vida de miles de personas.

El patriotismo y el amor por un país no se demuestra ni con banderas ni con himnos o palabras vacías; el patriotismo se demuestra castigando a los que hacen daño a un país y a su pueblo, como han hecho los islandeses. Aquí se sigue siendo patriota del dinero y del poder, sin que la justicia sirva para hacer patria y dignificar al país.