Siete años después de que echaran el cerrojazo a la construcción inmobiliaria, la banca vuelve a las andadas y retoma la paleta y el cemento. Tres de los mayores bancos del país, Santander, BBVA y Sabadell están volviendo a lanzar promociones inmobiliarias propias. Y ello aunque hace una semana dábamos la noticia de que aún quedan medio millón de nuevas viviendas sin vender.

Y es que a pesar de ese inmenso stock de vivienda nueva sin vender, comienza ya a haber zonas en que la oferta de vivienda nueva es inexistente y la demanda está creciendo. Por eso la banca se ha puesto manos a la obra y pretende rentabilizar parte de la inmensa cantidad de suelo que la crisis ha dejado en sus manos, terminando construcciones que quedaron paradas o iniciando otrsa nuevas.

En concreto el Banco de Santander está poniendo en marcha, a través de su inmobiliaria Altamira, no menos de 300 nuevos proyectos. Muy cerca le anda el BBVA con 293 proyectos por su parte , con algo más de 2.400 viviendas que estarán acabadas dentro de un año. El tercero en esta nueva carrera inmobiliaria es el Banco de Sabadell que ya ha comenzado 11 promociones inmobiliarias. Son pisos y viviendas unifamiliares que están construyéndose en Andalucía, Levante, Barcelona, Asturias y País Vasco. La rapidez es clave en estas operaciones y por eso prevé terminarlas antes de que finalice el 2016, aunque alguna promoción ya está en fase de comercialización.

Mientras estos tres grandes cogen la paleta, la reina del ladrillo, Bankia, intenta vender su inmensa cartera inmobiliaria. Y no le va mal ya que durante el primer semestre de este año ha vendido 4.135 activos, lo que significa un incremento del 115% con respecto a los 1.919 del mismo periodo del ejercicio anterior. Esta mayor venta de inmuebles se traduce también en un incremento de ingresos hasta llegar a los 262 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 82% frente a los 144 millones obtenidos en el periodo de enero a junio de 2014.