Durante el primer semestre del año se está mostrando una evolución y cambios de disposición en los precios de la vivienda. Fue la costa española y las islas, la segunda vivienda, las que primero mostraron los efectos de la crisis y las que en primer lugar experimentaron el descenso de los precios. Ahora también se ponen en cabeza, pero en el sentido positivo y muestran la mejor evolución del precio de la vivienda terminada (nueva y usada) durante el primer semestre del año. Las islas de Baleares y Canarias elevaron su precio medio un 4,4% entre enero y junio y en la costa Mediterránea el incremento fue del 1,8%, según el índice de Tinsa.

En situación distinta se encuentran los municipios más pequeños y las áreas metropolitanas, que han experimentado el mayor ajuste en términos interanuales, con una caída del 5,5% y del 4,9%, respectivamente.
Por su parte las capitales y grandes ciudades muestran una caída del 2,6% en su precio medio, aunque en el conjunto del semestre mantienen su precio estabilizado: un 1% de caída en los seis primeros meses.

No es suficiente esta situación de mejoría en las zonas de costa, que están revalorizando sus inmuebles, para que la media comience a subir. Y es que el precio medio de la vivienda en España registró en el mes de junio una caída del 3,6% en comparación con el mismo mes de 2014. Entre enero y junio el descenso fue del 1,1%.

Desde 2007, fecha en la que se alcanzaron los precios más altos, el precio medio acumula un descenso del 41,8%. Es en la costa Mediterránea donde más se han ajustado los valores del precio de las viviendas en los últimos ocho años y suma una caída del 48,6%. Las capitales y grandes ciudades y las áreas metropolitanas acumulan un ajuste del 45,7% y el 45,1%, respectivamente.

En el extremo opuesto de la tabla, los descensos más moderados se producen en Baleares y Canarias, que reducen su caída acumulada al 28%.