Los ciudadanos de Reino Unido continúan siendo los extranjeros que más invierten en inmobiliaria en España. Pero a su zaga y muy cerca en la demanda se sitúan ciudadanos de Países Bajos, Escandinavia y Rusia que ya destacan como nuevos actores extranjeros del mercado de la vivienda para vacaciones.

El interés de éstos nuevos actores va muy ligado a la demanda de unas viviendas de alta gama, sobre todo en la costa catalana y malagueña. En estos momentos en lo que el mercado de ventas nacional se encuentra deprimido por la crisis, los extranjeros residentes en España protagonizaron más del 35% de las operaciones de compraventa en Alicante, Girona, Baleares, Santa Cruz de Tenerife y Málaga durante 2013.

Con los datos obtenidos se comprueba que durante el primer trimestre de 2014, los extranjeros realizaron el 51% de las operaciones en Tarragona, el 44% en Santa Cruz de Tenerife y el 38% en Málaga. Por otro lado, aquellos que no están empadronados en España representaron una cuota mucho menor, que no superó, en el mejor de los casos, el 6% de las operaciones. Esta cifras demuestran que la demanda de extranjeros que pasa largas temporadas en España o que decide trasladar definitivamente su residencia a nuestro país ha ganado protagonismo durante la crisis, sobre todo por el fuerte ajuste de los precios en la costa.

En cuanto a descenso de precios la costa mediterránea acumula una caída del 47,7% desde los máximos, que se alcanzaron en 2007. Las Islas Canarias destacan como la zona que mejor ha sorteado la crisis inmobiliaria durante estos seis años, mientras que Málaga y algunos enclaves de la costa levantina y catalana han comenzado a dar las primeras señales de estabilización de sus precios con el arranque de 2014, respecto a los valores de hace un año. La demanda se acrecienta en estas regiones.

Una situación distinta se está produciendo en la obra nueva con una casi absoluta paralización en los visados. Sin embargo, algunas zonas como es el litoral alicantino se están registrando evoluciones positivas en las cifras de visados de obra nueva. Como punto negativo hay que señalar que la crisis ha dejado muchas obras a medio terminar en el litoral, incluyendo importantes planes urbanísticos residenciales y de proyectos de ocio.