A pesar de su discurso tremendista y de las campañas publicitarias para denunciar la intervención del Gobierno sobre sus tarifas, las grandes empresas eléctricas siempre sale ganando. Los datos que este 2014 está dejando sobre la mesa lo corroboran: el precio mayorista de electricidad, esto es, el que pagan las compañías de distribución, que son las que facturan al consumidor, ha sido en estos primeros días de 2014 un 40% inferior al precio fijado por el Gobierno para los consumidores. Un amplio margen para que las eléctricas hagan negocio a pesar de que no han conseguido subir lo que querían el precio de la luz.

El sector eléctrico, que en esto de manipular los datos y el sector es maestro, fijó una subida de la luz del 11% en la subasta eléctrica; con el escándalo originado se consiguió que el Gobierno la anulara; a partir de ese momento las eléctricas inician una campaña de publicidad y de comunicación en los medios -ambas pagadas- en las que acusan al Gobierno de intervencionista, de no querer reconocer las cifras del sector y de dejarse llevar por el populismo. Cuando el Ministerio de Industria fija por decreto la subida de la luz en un 2,3%, ponen el grito en el cielo y dicen que la medida perjudica el libre mercado. Pero lo que no dicen es que al aprobarse una subida en la línea de las de los trimestres anteriores, el negocio sigue siendo enormemente lucrativo para las eléctricas.

Solo han hecho falta diez días de 2014 para demostrarlo. Durante este periodo, el mercado mayorista de la electricidad ha marcado un precio medio de 28,8 euros por megavatio hora (MWh), lo que supone un 40% menos que el precio de 48,41 euros marcado por el Gobierno para el suministro de tarifa durante el primer trimestre. Esto supone un 40% de beneficio para las compañías que hubiera llegado al 50% si los precios se hubieran dejado al albur de esa subasta eléctrica que todos sospechamos está manipulada.

Para los consumidores, esta rebaja no se traduce en un descuento, ya que el precio está fijado para todo el trimestre; tan sólo ganarán las de siempre, las compañías eléctricas. El resultado de estos primeros días del año no es extrapolable al resto del periodo, ya que se ha dado la circunstancia de que, gracias al incremento en la producción de la energía eólica, de esa que «le cuesta dinero al país» el precio que han tenido que pagar las empresas intermediarias a las productoras, que son sus primas hermanas, ha bajado considerablemente.

Y esto ha sido casi la norma durante estos últimos años, el margen que da el sistema de fijación de precios siempre ha sido de enormes beneficios para el sector. Tan sólo cinco veces en los últimos cinco años el precio pagado por el consumidor ha sido menor que el pagado por el distribuidor. En abril de 2013 se llegó a un máximo de 150% de diferencia entre el precio que pagaban los consumidores y el precio del mercado mayorista, gracias a la producción eólica e hidroeléctrica, que abarató la producción.

Estos datos ratifican lo que desde ADICAE se lleva meses denunciando, un mercado eléctrico desequilibrado en el que los consumidores están en posición de inferioridad y desprotegidos ante la rapacidad de las grandes empresas. La reforma eléctrica del Ministerio de Industria, a la que los consumidores continúan mostrando su oposición a través de la campaña ‘Di NO a esta reforma eléctrica’, ha demostrado con apenas semanas de vida que perpetua los problemas que arrastra el sector desde su liberalización. ADICAE insiste en la necesidad de una auténtica reforma del sistema, en la que los consumidores sean tenidos en cuenta y que aborde el creciente drama de la pobreza energética.