El Centro de Predicción Económica (Ceprede) afirma en un estudio publicado esta semana que la depreciación del ladrillo está pasando una importante factura a la economía de las familias con casa en propiedad. Para ello estima que si el patrimonio promedio de cada familia en España era de unos 320.000 euros al inicio de la crisis allá por 2007-2008, hoy este patrimonio se ha reducido, por la caída de los precios inmobiliarios, en unos 75.000, hasta los 245.000 euros.

Según este estudio, el valor de las de viviendas en España se estimaba en más de cinco billones de euros al inicio de la crisis, del que puede haberse perdido un 25% ó 30% en los últimos cuatro años. Es decir, la devaluación del parque de viviendas ascendería a unos 1,5 billones de euros en cifras absolutas y esta es una pérdida que afecta al valor de todo el país. Faltaría también incluir, aunque es de difícil cuantificación, la pérdida del valor de las infraestructuras puestas en marcha estos últimos años.

La burbuja inmobiliaria ha afectado especialmente en España por volumen de construcción (el 30% del total de la UE), la proporción de familias con créditos hipotecarios (más de tres millones) y la tendencia histórica a la vivienda en propiedad respecto a la opción de alquiler.

Además, más del 50% de los activos de las familias corresponde a la vivienda principal en propiedad y solo el 10% a activos financieros netos. De este modo, el informe de Ceprede considera que el capital real de la economía española está «prácticamente estancado» como consecuencia de la crisis.