Las seis grandes constructoras españolas han acumulado una deuda conjunta superior a los 40.742 millones de euros durante el primer trimestre del año. Es una cantidad muy alta, pero que mejora respecto al anterior trimestre  cuando rozaba los 45.000 millones.

 

A fecha 31 de marzo pasado el mayor pasivo financiero lo concentraba Sacyr, 8.619 millones; seguida de Acciona, con 7.549 millones; FCC, con 7.254,2 millones; ACS, con 5.989 millones; Ferrovial, con 5.755 millones y OHL, con 5.576 millones.

 

En este primer trimestre del año, las grandes constructoras vieron reducidas además un 21% sus ganancias conjuntas. Aunque hay que señalar que FCC registró números rojos tras la política de saneamiento seguida desde el pasado ejercicio.

 

Junto a la caída de los beneficios, la facturación de las constructoras se ha reducido un 6,8% . En cuanto a la facturación, la cartera en el exterior representa más del 80% del total, lo que ha permitido compensar, en la mayoría de los casos, la caída del mercado español.

 

Es en la actividad de construcción,  donde la facturación de estas empresas  ha descendido hasta una media de un 14%, situándose en los 9.457 millones.

 

Las ganancias son dispares entre ellas y así, el mayor beneficio del periodo lo alcanzó ACS,  con una ganancia de 168 millones, el 18,8% menos que en 2012; aunque ha reducido su deuda un 43% gracias a los planes de desinversión que está llevando a cabo. Por su parte Ferrovial ha ganado 100 millones de euros frente a lo 8 del año pasado, como consecuencia, principalmente, de las plusvalías y dividendos obtenidos. OHL también ha incrementado su beneficio en 68 millones, lo que representa una subida del 68%.

 

Acciona también está en números negros, gracias sobre todo a su  división de agua y la mejora de otras actividades, lo que ha impulsado su beneficio en un 18% o lo que es lo mismo 34 millones de euros.

 

Es FCC la única que presenta pérdidas; en concreto 140, 2 millones lo que contrasta con sus beneficios de 16,6 millones el año pasado. Ello es debido a las pérdidas de Alpine, su filial austríaca.

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