La adquisición de una vivienda nunca ha sido tarea fácil, pero ahora con los sueldos de miseria que está dejando la gestión de la crisis, la política de hipotecas de los bancos y la ausencia de trabajo, es misión imposible para muchos españoles. Y para los jóvenes aún más. Por eso tan sólo el 21,5% de los jóvenes entre 16 y 30 años ha logrado emanciparse de sus padres. Y esta situación es dramática para el futuro del país.

El Consejo de la Juventud de España (CJE) calcula que para irse a vivir solo un joven debe dedicar más del 40% de sus ingresos netos a pagar la hipoteca o el alquiler. Y esta cantidad está muy por encima de lo considerado aceptable. Pero además, según afirma el Observatorio de Emancipación del CJE, el panorama laboral para los jóvenes es frustrante. Tan sólo el 35,5% de los jóvenes en ese rango de edades trabaja, mientras que el 64,5% restante carece de cualquier ocupación.

Según el estudio publicado por el Observatorio de Emancipación, la precariedad, la temporalidad, la subocupación y la sobrecualificación siguen caracterizando las condiciones laborales de la juventud. Y esta situación es insostenible en palabras del presidente del CJE, que añade que de mantenerse esta situación estamos abocados al desastre como sociedad.

Con la precariedad que ha impulsado el gobierno, el 23,9% de los hogares jóvenes con hipoteca y el 29,0% de los hogares jóvenes que viven de alquiler, dedican más del 40% de sus ingresos netos al pago de esa vivienda o alquiler. Además, un joven que sí tenga salario debería dedicar 12,3 años de su sueldo íntegro para comprar y debería destinar el 57,8% de su salario para poder pagar la hipoteca.

Con los actuales precios, un menor de 30 años debería ganar unos 1.900 euros al mes, un 92,54% más de lo que cobra actualmente, para comprar un piso de sólo 51,9 metros cuadrados. Y estas cifras pueden empeorar en un futuro cercano sino se desarrollan políticas adecuadas. S