Durante el último año, conforme se consolida la idea de una estabilización de los precios del inmobiliario, se avanzan datos sobre la bajada que han tenido las viviendas durante estos años de crisis. Y así mientras que otras fuentes del sector aseguran bajadas de hasta el 45%, los notarios afirman que la vivienda ha bajado menos, en concreto tan sólo un 30%. Bankinter en un reciente informe publicado, sobre la coyuntura inmobiliaria, asegura que la vivienda ya ha comenzado a subir.

Bankinter acaba de publicar un informe de coyuntura en el que asegura que en la mayoría de zonas del país, los pisos han empezado a encarecerse y que el ajuste de precios ha concluido. Y van seguir subiendo, según sus previsiones, de forma leve durante este año y el próximo. El banco espera que el precio medio de la vivienda repunte de forma gradual con incrementos cercanos al 2% en el conjunto del año y del 4% en 2016 en ubicaciones selectivas. El alza de precios es un factor que contribuye en la senda de recuperación del sector, marcado también por el incremento de las compraventas, según el informe.

La mejora en el empleo, los reducidos costes de financiación y el mayor atractivo de la vivienda como inversión frente a otras alternativas están siendo, según asegura Bankinter, los catalizadores de la demanda de viviendas, que crecerá de forma moderada hasta situarse en un nivel de operaciones de compraventa ligeramente superior a 400.000 viviendas en 2016.

En todo caso, aunque estamos lejos de que se genere un nuevo boom en la demanda de viviendas, sí se están creando las condiciones para que las compraventas se incrementen a lo largo de este año hasta 380.000 viviendas y en 2016 hasta 420.000 viviendas.

También subirá el patito feo del sector, la vivienda nueva, que Bankinter calcula que venderá una cifra cercana a 50.000 casas nuevas y repuntará en 2016 hasta un rango 70.000-80.000 viviendas nuevas. En este sentido, señala que las perspectivas del sector continúan mejorando y que 2015 será el segundo año consecutivo que finalizará con un incremento en las compraventas de vivienda cercana al 4%.

Con todo ello, Bankinter considera que el posible repunte de la demanda en el mercado inmobiliario residencial para el próximo año dependerá de la aceleración del crecimiento económico, las condiciones de acceso a la financiación y elevada liquidez y el atractivo de la vivienda como bien de inversión. Como dato positivo destacan los crecientes volúmenes de inversión en grandes carteras de activos para su posterior alquiler y gestión o la subida de las rentas medias por alquiler en oficinas y centros comerciales.

En definitiva, para Bankinter, el sector inmobiliario vuelve a presentar oportunidades de inversión y considera que la mejor alternativa es la compra de activos inmobiliarios localizados en ubicaciones selectas de las grandes ciudades y centros turísticos, con un objetivo de rentabilidad neta en el entorno del 3% y un horizonte de inversión mínimo de 3 a 5 años. Como causantes de la incertidumbre que aún no se despeja en el sector de la vivienda, destaca el descenso de la población y de la tasa de paro, que continuará siendo superior al 20%.