El precio medio de la vivienda nueva y usada en España se incrementó un 6,6% en el último año y un 2,3% en el último trimestre, según reflejan los datos provisionales referentes al primer trimestre contenidos en la estadística Tinsa IMIE Mercados Locales. Hasta 14 provincias registran acentuados aumentos interanuales por encima del 7%, destacando por su tendencia sostenida Madrid, Islas Baleares, Málaga y Pontevedra. Entre las capitales, Palma de Mallorca (+11,6 %) y Madrid (+11,4 %) destacan con subidas de doble dígito en el último año.
La estadística IMIE Mercados Locales incorpora este trimestre el nuevo algoritmo de cálculo IMIE XXI que Tinsa emplea desde enero en su análisis del mercado residencial. También como novedad, el informe recoge la evolución de los precios a nivel de distrito en la ciudad de Málaga, gráficos que detallan la distribución de la muestra por tramos de valor en las principales capitales españolas y un nuevo indicador de esfuerzo teórico de compra.
En este primer trimestre del año, la comparación con los precios precrisis sanitaria evidencia una recuperación generalizada en todo el territorio. El análisis del corto plazo apunta, sin embargo, a una moderación en el crecimiento trimestral que se estaba produciendo en los últimos meses, lo que podría apuntar hacia cierta moderación del impulso alcista.
Las incertidumbres derivadas del conflicto bélico en Ucrania invitan a la cautela en las previsiones para el corto y medio plazo. “El conflicto añade incertidumbre sobre la fecha de incremento de los tipos de interés, que los mercados anticipaban este año como medida de contención de la inflación. Si el enfrentamiento se alarga, este contexto internacional se puede materializar gradualmente en el sector inmobiliario residencial español en forma de una demanda erosionada por la inflación, que reduce los ahorros de los hogares y dificulta la accesibilidad a la vivienda, y de una oferta limitada por la incertidumbre y el incremento de los costes de construcción”, afirma Cristina Arias, directora del Servicio de Estudios de Tinsa.
Ante las perspectivas de un cambio en la política monetaria, las entidades financieras ya han comenzado a incrementar los intereses de las hipotecas a tipo fijo y a fomentar las hipotecas a tipo variable. “Esto puede estar acelerando algunas decisiones de compra por parte de los hogares para asegurar una financiación a un coste que todavía se mantiene en niveles bajos. A medida que los tipos de interés se incrementen, la demanda podría desacelerarse. No obstante, ante la situación de incertidumbre actual, el inmobiliario continúa siendo una alternativa para protegerse de la inflación y una opción que aporta diversificación y estabilidad a las carteras”, afirma Arias.