El XV Observatorio de la Valoración, celebrado por la Asociación Española de Análisis de Valor (AEV) asegura que no hay riesgo de una nueva burbuja inmobiliaria.  Con un volumen de transacciones que representa el 2% del parque total de viviendas español, cuando en períodos de boom inmobiliario entre 2004 y 2006 el nivel alcanzaba el 4%, la AEV concluye que España se encuentra lejos de cualquier perspectiva de formación de una nueva burbuja inmobiliaria.

En el evento, realizado con la colaboración de la profesora y responsable del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Alicante, Paloma Taltavull, y de un grupo de 19 panelistas, formado por expertos de las sociedades de tasación, miembros de la asociación y otros reconocidos profesionales del sector, se analizaron los datos disponibles hasta el primer semestre de 2021 en cuestiones como la ausencia de sobrecalentamiento, o las perspectivas sobre el incremento del precio de la vivienda.

Ante el panorama que está teniendo lugar en otros países de Europa, la posibilidad de sobrecalentamiento del mercado es uno de los temas analizados en el informe. Una de sus medidas objetivas se establece analizando la relación entre el volumen de transacciones de un país y su parque total de viviendas. Así, mientras en períodos de boom inmobiliario el nivel de transacciones se acerca al 3% del parque (llegó al 4% en los años 2004-2006), porcentajes por debajo del 1,5% reflejan un mercado bajista o en crisis (durante la fase de máxima crisis, 2011-2014, las transacciones en España no superaban el 1,4% del parque).

El año 2020 constituyó una excepción, ya que la marcada reducción del número de operaciones fue debida a la pandemia; sin embargo, se espera que la proporción de intercambios vuelva a tender al 2% en 2021, pudiéndose decir así que el mercado residencial no se encuentra sobrecalentado y que evoluciona alrededor de su equilibrio.

Esta es una idea que corrobora más del 80% de los profesionales consultados, quienes consideran que, pese a que pueda existir una impresión general de que la actividad del mercado no está en consonancia con la reducción general de la actividad económica, éste no se encuentra sobrecalentado. Entienden que esa cifra de transacciones es probable gracias a la buena marcha de la vacunación, el incremento de la confianza de los consumidores, las nuevas necesidades de vivienda creadas por la pandemia y los niveles de ahorro alcanzado por muchas familias.

Asimismo, los expertos del sector destacan la enorme diferencia en cuanto a cifras absolutas de producción de vivienda entre la etapa actual y la previa a la crisis de los años 2007-2008, así como la política de precaución de las entidades financieras a la hora de conceder préstamos hipotecarios, que impide la sobrealimentación de los precios y, por tanto, aleja cualquier perspectiva de formación de una burbuja.