Como era previsible este año, la inversión inmobiliaria en España caerá alrededor de un 30% respecto al 2019, como consecuencia del COVID-19, una cifra en línea con el 25% que se espera caiga en Europa, según los datos preliminares de la consultora CBRE, especializada en servicios inmobiliarios. Pero a pesar de las sombras, también hay luces.

Después de un extraordinario primer trimestre en el que el sector inmobiliario atrajo un volumen de inversión cercano a €4.000 millones (prácticamente dobló en volumen al del año anterior), el impacto de la pandemia hizo mella en los trimestres centrales. Entre abril y junio se registraron niveles mínimos no vistos desde 2013 en cuanto a cierre de operaciones si bien entre julio y septiembre la inversión repuntó ligeramente hasta superar los 1.500 millones de euros. En todo caso en número de operaciones el descenso se situará entre el 30-35% respecto al año anterior.

“No obstante, con el paso de los meses, la actividad ha ido poco a poco en aumento en un año en que la incertidumbre y la cautela han sido los principales protagonistas. En los últimos tres meses del año el volumen de inversión ha superado los €2.000 millones, lo que lleva el total anual a unos €8.800 millones. Se trata de una cifra que puede considerarse positiva en las condiciones tan extremas e inverosímiles en el que ha transcurrido la actividad este año”, afirma Mikel Marco-Gardoqui, consejero director y responsable de Capital Markets de CBRE España.

Los inversores internacionales han copado el mercado, representando el 76% del total invertido frente al 65% del año anterior. “La gran liquidez en el mercado sigue siendo palpable. Ello, unido a la escasez de opciones de inversión que proporcionen retornos interesantes, sigue poniendo en competencia a los inversores por el producto más prime y de menor riesgo, que es el que no sólo tiene una buena localización y calidad, sino que, además, asegure un nivel de ingresos estables”, explica Marco-Gardoqui.

El sector logístico ha sido uno de los grandes protagonistas durante el año, con una inversión acumulada situada en torno a los €1.250 millones y, a pesar de que está un 27% por debajo de la cifra alcanzada en 2019, esto se debe principalmente a la escasez de oferta. A destacar el volumen de inversión alcanzado en la Zona Centro, el más alto desde 2003. Este sector, además, consolida su atractivo para inversores que tradicionalmente centraban su atención en otros sectores, especialmente en retail.