El bróker Andrés Raúl Cano Olivares, que se pasó al mundo de las finanzas con la empresa ARC, también conocido como el Madoff español, fue detenido el pasado miércoles en Madrid, acusado de diseñar una estafa que afecta a centenares de personas, similar a la que llevó a cabo Bernard Madoff en Estados Unidos, condenado a 150 años de cárcel.

Según recoge Vózpópuli, que cita fuentes de la investigación, el dinero defraudado por ARC estaría en torno a los 30 millones de euros. La compañía tiene su sede comercial en Alcorcón (Madrid), donde se firmaron muchos de los contratos con los ahorradores. En total, 874, según los cálculos ofrecidos por los denunciantes. ARC también posee otra sede comercial en la provincia de Málaga, donde, se estima que se firmaron otros 400 contratos.

El Juzgado de Instrucción número 10 de Plaza de Castilla (Madrid) junto a la fiscal Dolores Nieto dirigen la investigación de este caso. Cano quedó en libertad con cargos este jueves tras declarar ante la magistrada y pasar la noche anterior en los calabozos.

Los delitos que se le atribuye a este empresario y exfutbolista son de apropiación indebida, estafa multitudinaria y administración desleal. La jueza ya le citó a declarar el 31 de enero.

La empresa ARC empezó a funcionar en el año 2015. Andrés Raúl Cano era el único administrador hasta el pasado verano. Según el relato de sus víctimas, la estafa en cuestión consistía en ofrecer a los inversores un alto interés y promesas de una rápida revalorización de su dinero. En realidad, los altos intereses de los primeros inversores se van pagando con el dinero de los últimos clientes en llegar. Así hasta que el sistema colapsa y la burbuja revienta.

La compañía de Cano ofrecía tres tipos de servicio: Inversión de capitales, cuentas participadas y un servicio de contrato para el ARC Bank para la formación de un futuro banco con sede en Luxemburgo. Se garantizaba una rentabilidad de entre un 2% y un 4% a la semana sobre el capital inicial invertido, y eso al mes podía ascender entre un 8% o un 12%. Hay casos de personas que entraron con 30.000 euros de inversión inicial y a los cuatro meses tenían 80.000 euros, según explican las fuentes consultadas.

Advertencias de la Comisión Nacional del Mercado de Valores

De las ganancias que se producían, el 70% iba para el inversor y el 30% restante para ARC. Esa presunta rentabilidad se conseguía, decían desde ARC, a través de exitosas inversiones en bolsa y otras actividades. Existía cierta facilidad para retirar el dinero hasta que, a mediados de 2017, la burbuja explotó y el sistema se derrumbó dejando a centenares de personas sin sus ahorros de toda una vida. En verano de ese año, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) lanzó una advertencia contra la compañía anunciando que no estaba autorizada para prestar servicios de inversión. En octubre, la CNMV reiteró este aviso.

Entre los denunciantes de la estafa del Madoff español figuran particulares, una plataforma de afectados y varios despachos personados con denuncias colectivas de diferentes personas como GarriguesMisletrados, o Durán Durán Abogados, que comenzó una causa en la Audiencia Nacional aún pendiente de decidir. Este último despacho concentra las denuncias de unas 200 personas, que reclaman un total de cinco millones de euros. Algunos de los damnificados ni siquiera residen en España y están llevando a cabo esta batalla jurídica desde el extranjero.