El fondo de inversión Blackstone se quedará con las hipotecas problemáticas de Caixa Banc, valoradas en 6.500 millones de euros. Pagará poco más de 3000 millones. El proceso de venta, que se inició a principios del pasado mes de junio con 12 fondos de inversión interesados en estos activos hipotecarios, terminó con la venta a un consorcio formado por Blackstone y el fondo tejano TPG.
El Estado, es decir, todos nosotros, tendrá que hacer frente a una parte de las pérdidas que ocasione esta venta. Y surge la pregunta de si se ofreció a los hipotecados la quita del 50% de la que se ha beneficiado el fondo buitre, como sería lo lógico…la respuesta es que no.

No es la primera compra que realiza el fondo Blackstone con Caixa Bank, ya que hace dos meses adquirió la plataforma inmobiliaria de la entidad financiera en 40 millones de euros.

Con esta operación, el Estado se deshace de la cartera de Catalunya Banc que ninguna entidad financiera quería. Fue por ello que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) tuvo que segregar las hipotecas del resto del negocio financiero del banco.

El pasado día 18 de julio terminó el plazo para que las entidades interesadas en el resto del banco -incluye 43 sucursales que la entidad tiene fuera de Cataluña- presenten sus ofertas vinculantes. Será entonces cuando el Frob las analice y decida a quién adjudica el banco. Las entidades presentes en la puja son Santander, BBVA, CaixaBank y Sociéte Genérale.

El Estado es propietario de Catalunya Banc en un 66%. El resto del capital se lo reparten entre el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), con un 32,4% del accionariado y particulares propietarios de deuda subordinada y preferentes. La entidad financiera recibió un total de 12.052 millones de euros en ayudas, de las cuales 9.084 procedieron del préstamo de Europa.

No parece que con la venta de las hipotecas y del resto del negocio bancario se pueda saldar la deuda contraída con el estado, que somos todos. ¿Hay responsables? ¿Se podrá recuperar lo prestado?