El informe de Cáritas, que ha desquiciado a Montoro y al PP, sitúa a España como el segundo país de la Unión Europea (UE) con el mayor índice de pobreza infantil, entre otras cosas, superado sólo por Rumanía. El estudio señala la reducción de las prestaciones sociales por parte del Gobierno y las medidas de austeridad como los causantes de la situación. Y desmonta la propaganda que el Partido Popular está haciendo de la situación española.

Este informe de Cáritas Europa, presentado en Atenas por su secretario general, Jorge Nuño, concluye que las medidas de austeridad han fallado a la hora de solucionar los problemas y generar crecimiento, argumento esgrimido por todos los críticos a las medidas del PP desde el inicio de la crisis. En España, el riesgo de pobreza entre los niños menores de 18 años se situó en 2012 en el 29,9 %, casi nueve puntos por encima de la media de la Unión Europea, que estuvo en el 21,4 %, según datos de 2013 de Eurostat. De 2011 a 2012, la tasa de pobreza en este sector de población aumentó del 15,6 % al 19,4 %.

Por personas en riesgo de pobreza o exclusión social se entienden las que dispone de tan solo un 60 % del ingreso medio del resto de la población; las que tienen entre el 40 % y el 50 % son catalogadas como “pobres” y las con menos del 40 % se encuentran en situación de “pobreza extrema”. Estas cifras sitúan a España, junto con Rumanía, a la cabeza de los países con mayor índice de pobreza infantil, seguidos por Bulgaria y Grecia, en tercer y cuarto lugar respectivamente. Resulta cuando menos sorprendente esta posición cuando se tiene en cuenta nuestra posición industrial y financiera.

El informe también alerta de que España tiene la mayor tasa de abandono escolar prematuro de la UE, un 24,9 % frente a un 12,7 % de media europea en 2012. Aunque entre 2009 y 2012 se produjo un descenso del abandono escolar prematuro, éste sigue siendo un problema importante, especialmente en algunas regiones como Andalucía, donde la tasa es superior al 30 %. El dato es alarmante si se tiene en cuenta que la educación se postula como el sistema capaz de combatir la transmisión intergeneracional de la pobreza.

Cáritas define a la población española como una de las más afectadas por la crisis económica, pues mientras la tasa de pobreza media entre países comunitarios fue del 25,1 % en 2012, España registró un 28,2 %, lo que se traduce en alrededor de 13 millones de personas en esta situación. Situación que se debe sin duda a la distinta óptica de los gobiernos a la hora de eliminar o mantener las prestaciones sociales y las ayudas a entidades financieras o empresariales por encima de las necesidades sociales del país.

Otro de los sectores de población especialmente afectados por la crisis es el de las personas mayores, pues la pobreza entre ellas ha sufrido un aumento significativo, del 7 % en 2008 al 10,6 % en 2012. A esto hay que añadir, como recoge el informe, que en muchos hogares son las pensiones de los abuelos los únicos ingresos de la familia. Y la congelación o subidas ridículas de las pensiones no están ayudando en nada a mejorar la situación, sino todo lo contrario.

El estudio revela, además, que el 12 % de la población española que trabaja no gana suficiente para escapar de la pobreza en un país que, junto con Grecia, ha experimentado el mayor incremento del desempleo desde el inicio de la crisis. A pesar de lo que dice el Gobierno del PP la caída de los sueldos en España no tienen parangón en ningún país europeo. Como consecuencia, muchos ciudadanos se han visto obligados a buscar trabajo en el extranjero, por lo que en 2011 la emigración se cifró en el 1,1 % de la población española. El responsable de Cáritas Europa recordó que en España hay más de 6 millones de personas sin trabajo y se refirió a los jóvenes que no podrán recibir una pensión adecuada por no haber trabajado el tiempo suficiente como la “generación pérdida”, cuya actual situación tendrá un “impacto enorme” en su futuro.

Cáritas menciona también una investigación de la revista médica British Medical Journal sobre los recortes en el sistema sanitario español, que a pesar de tener uno de los gastos sanitarios más bajos de la UE, ha visto disminuida su inversión, con el efecto que esto puede ocasionar en la salud de los ciudadanos. Y por si fuera poco para la situación actual, la Ministra de Sanidad, Ana Mato, impulsa el copago u otras medidas que afectan más, como siempre, a los que menos tienen.

En relación con su trabajo de asistencia social, la sección española de Cáritas hace una observación sobre los últimos años de crisis en relación con el perfil de personas que solicitan su ayuda. Si al principio eran más las personas inmigrantes las que acudían a sus centros, desde 2010 es mayor el número de ciudadanos españoles que se acerca hasta ellos. Se trata de mujeres, parejas jóvenes con hijos y familias monoparentales que se encuentran en riesgo de exclusión social al quedarse sin casa ni ingresos. El no resuelto problema de los desahucios, por la intransigencia del PP en el Parlamento, no hace sino empeorar la situación social. Y 2014 volverá a marcar un alto número de desahucios aunque los medios de comunicación estatalizados no los quieran contemplar.

La organización denuncia que España se ha convertido en estos años en una de las sociedades más desiguales de Europa, a lo que contribuye el aumento de los impuestos indirectos, que no discriminan en función de la renta, y que ha provocado, al igual que en otros países como Grecia, un mayor empobrecimiento de los hogares con menos ingresos. Esta situación ha comportado un aumento de los trastornos depresivos, de los problemas con el alcohol y los suicidios en España y Grecia, que se han disparado desde el comienzo de la crisis. En este sentido hay que señalar el espectacular aumento de los suicidios en España a partir del año 2012.