El programa Kit Digital, que tiene como objetivo la modernización del tejido productivo español, está dotado con un presupuesto de 3.067 millones de euros financiado por la Unión Europea mediante los fondos NextGenerationEU. Su andadura comenzó en el 2021 y los primeros bonos digitales se entregaron a más de 2.000 empresas en abril de 2022.
Las ayudas van desde los 12.000 euros para pymes de entre 10 y 49 trabajadores, de 6.000 euros para empresas de entre 3 y 9 trabajadores y de 2.000 para microempresas o autónomos de entre 0 y 2 trabajadores.
Al olor de la subvención encontramos mucho intruso
Existen una serie de objetivos subvencionables, doce en total, de entre ellos podemos destacar por su interés para las empresas inmobiliarias, la página web, la gestión de redes y el CRM. Estos objetivos los deberá desarrollar un agente digitalizador, elegido por la empresa y que se encuentra debidamente registrado en las páginas de desarrolladores del Kit Digital.
En estos momentos hay ya más de 9.700 agentes digitalizadores registrados, pudiéndose encontrar entre ellos a empresas tan lejanas al sector del diseño web, el posicionamiento SEO, la gestión de redes sociales o el marketing digital como al BBVA o el Santander, a las principales operadoras como Telefónica, Orange o Vodafone y grandes superficies como MediaMarkt o Carrefour, entre otros cada vez más sorprendentes -buscando he encontrado una empresa de pocería- y que ofrecen este servicio subcontratando a una agencia y ésta, a su vez, subcontratando en muchos casos a freelancers o becarios.
La característica principal de este sistema de subcontratas en cadena es que ofertan un servicio de poca calidad por el precio de un servicio premium y claro, los resultados finales son, como poco, decepcionantes. La función principal de estas grandes empresas es captar la subvención mediante potentes equipos comerciales, hasta 200 al día si es posible, con soluciones poco profesionales y muy básicas. No pueden ofrecer páginas web con potentes motores inmobiliarios unidos al CRM inmobiliario, cuestión básica para las agencias y ofertan soluciones chapuceras que pasan por el iFrame o la página auxiliar en paralelo. Resulta difícil encontrar soluciones que sepan de internet y del inmobiliario a la vez.
Hasta aquí es información conocida y que no adelanta nada de todo lo que está sucediendo alrededor de esta ayuda. Porque hay mucho tomate y del denso, lo que tratándose de una subvención en el reino de España era fácil de presagiar.
A veces se olvida que el primer objetivo digital debe ser la web
Hay, además, una serie de condicionantes que contribuyen a enturbiar el desarrollo y resultados del Kit Digital. Por un lado, el desconocimiento tecnológico de una gran parte del sector inmobiliario, compuesto en su inmensa mayoría de pymes o micropymes con trabajadores y directivos expertos en la intermediación, pero poco avezados en una tecnología que ya es parte fundamental de su trabajo. Por otro y no menos importante, está la escasa valoración que se ha tenido de la página web, una herramienta generalmente “gratuita” o eso se ha hecho creer, suministrada por el CRM y que tiene un rendimiento poco mayor que el de un escaparate. Poco sorprendente resultado, vista la categoría de la mayoría de páginas web y el caso que se les presta.
Pero los tiempos cambian. Es preciso recordar que muchos de estos agentes inmobiliarios que ya empiezan a pensar en la jubilación, comenzaron su andadura en la intermediación poniendo sus anuncios en las páginas “por palabras” de los periódicos o revistas especializadas; hace poco más de 20 años. Ahora se enfrentan a un reto aún mayor, con un sector inmobiliario cada vez más tecnologizado y al que Google tiene la intención de dejar irreconocible en poco tiempo.
Resulta difícil encontrar un desarrollador digital adecuado
Con todo esto, lo que quiero mostrar es que muy pocos responsables de agencias inmobiliarias saben decirle al desarrollador elegido el tipo de web que quieren y menos aún conocen lo que podrían esperar de ella. Se conforman, la mayoría de las veces, en quedarse en los aspectos estéticos y de diseño, sin entrar en la profundidad del SEO, el buscador, la capacidad responsive o la usabilidad.
Con este panorama y la proliferación de empresas nacidas para la caza de ayuda y subvenciones que existe en nuestro país, junto con la habilidad de nuestra administración para entorpecer y dificultar hasta la náusea cualquier procedimiento al grito de ¡oscurezcámoslo, oscurezcámoslo! resultaba fácil predecir el patio de Monipodio en que se ha convertido la gestión del Kit Digital, con desarrolladores/vendehúmos, grandes empresas que subcontratan y vuelven a subcontratar, desarrolladores honestos no sabiendo por dónde escapar y que los números cuadren, empresarios que dan una vuelta al gratis total y se quejan de precios que no van a pagar…
La web está estipulada pero apenas se ve nada que se le parezca
Pero vayamos por partes centrándonos en la web, que es el inicio de la transformación digital y sin la cual no se debieran entrar en conceptos como el AdWords, el SEM y el SEO. En principio las bases del Kit Digital especifican muy claramente un tipo de web y trabajo a realizar:
Dominio: por un plazo de 12 meses y quedando la titularidad en el solicitante.
Hosting: alojamiento de la página web durante un plazo mínimo de doce meses.
Diseño de la página web: estructura de la web, con un mínimo de 3 apartados tales como: página de inicio (Landing Page), presentación de la empresa, formulario de contacto, descripción de productos, datos de contacto, mapa del sitio (sitemap), etc.
Web responsive: adaptada a cualquier tipo de dispositivo.
Accesibilidad: el diseño de la web cumplirá con los criterios de conformidad de nivel AA de las Pautas WCAG-2.1.
Posicionamiento básico en internet: la información de la empresa será indexable por los principales motores de búsqueda (On-Page).
Autogestionable: con una plataforma de gestión de contenidos para poder modificar los contenidos de la web sin necesidad de ayuda.
Optimización de la presencia en buscadores (SEO básico): Análisis de palabras clave, SEO On-Page de 2 páginas o apartados, indexación y jerarquización del contenido.
Multidioma: opción de tener la web preparada para el multidioma y traducida a un idioma, además del castellano.
Con estos requisitos no estamos hablando de una web de 2.000 euros, sino de 4.000 para obtener un beneficio correcto. Y como nadie quiere pagar nada aparte de la subvención, un desarrollador honrado y que realice un trabajo correcto podría perder entre 500 y mil euros por web, es decir, a más clientes más pérdidas, sin contar con los perjuicios originados por los retrasos en el cobro, de lo que también se podría hablar mucho.
Los vendehúmos y cazasubvenciones están haciendo mucho daño
Y aquí llega, lógicamente, el siguiente capítulo. Los vendehúmos, becarios y freelancers sin escrúpulos, que no entran en toda esta tecnología, sino que aprovechándose de ese desconocimiento del que ya hemos hablado, venden páginas web estéticamente bonitas y que al cliente le gustan y piensa que tiene una buena herramienta digital. Pero esa página web no está optimizada ni para rendimiento ni para posicionamiento web ni para nada, porque ni siquiera sigue las directrices marcadas por Google, eso requiere conocimiento, horas de trabajo y no se está para eso, sino para ganar dinero caiga quien caiga, generalmente el cliente.
Y el usuario lo descubrirá al tiempo, cuando ya no haya solución, porque una parte cada vez más importante de su negocio se apoya en la web y la adquisición realizada a esa gran empresa no le generará ningún rendimiento y sí gastos de hosting, dominio y una profunda melancolía cuando no se la vea posicionada por parte alguna, no se pueda incorporar ninguna herramienta y los inmuebles den siempre el “no encontrado” en el Google Search Consol.
Pero no es el único estropicio que está causando el Kit Digital; el que grandes empresas ajenas al sector lo hayan inundado con sus productos de baja calidad y hechos en cadena, pero “gratis” ya que paga el Estado, está dejando fuera de juego a los profesionales que no han querido o podido estar en la pomada y que esperan sobrevivir hasta que el proyecto llegue a su fin, que será diciembre de este año, si el dinero no se acaba antes.
Cuando la niebla se disipe quedarán los profesionales y un buen marrón
Detrás quedarán miles de webs hechas en serie, grises y sin posibilidades y empresas desconcertadas, con las ilusiones de mejorar su negocio truncadas y que dudarán entre reconocer la estafa o achacarlo a que “eso de Google no funciona” y “lo bueno son los portales”. Algunas de ellas acabarán poniéndose en manos de profesionales que, en algunos casos, podrán arreglar los desastres y en otros le tendrán que decir que comience de nuevo.
El Kit Digital no es una mala idea, pero se ha gestionado mal. Se hubiera necesitado más control sobre los desarrolladores que se inscribían, impedido la subcontratación si se quería beneficiar al sector y controlar la calidad del producto final que se sirve al cliente.
No es posible hacer páginas web competitivas a 2.000 euros y que dejen al desarrollador algo más que un dolor de cabeza. Hay que saber decir al cliente que es una ayuda y no el 100% del proyecto. Pero es difícil y muchos clientes no sólo no lo entienden, sino que se llegarán a sentir engañados si se les pide un suplemento. Será el momento en que aparezca la mención al cuñao que hace webs a 700 euros. Pero no, como los jamones, no todas las páginas web son iguales, aunque tengan el mismo nombre. Y cuando la niebla desaparezca quedarán las empresas y profesionales de calidad, sin intermediarios ni vendehúmos.
Eduardo Lizarraga
WWW.AQUIMICASA.NET
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