El Banco de España certifica un secreto a voces, el saldo de créditos hipotecarios dudosos alcanzó a cierre del tercer trimestre un nuevo máximo histórico, con 29.180 millones de euros. Esta cantidad equivale al 5,07% de los 574.919 millones de euros en préstamos destinados a la compra de vivienda en este periodo. Si sumamos los créditos concedidos a promotores y constructores, la morosidad de los bancos, cajas, cooperativas y establecimientos financieros de crédito que operan en España escaló hasta el 13%. Esta cifra nunca se había alcanzado en los más de 50 años que lleva el Banco de España recopilando estos datos. Encadena ocho subidas consecutivas desde el pasado mes de febrero.

La deuda en el caso de estos créditos en los que la vivienda es la garantía del pago y que, por tanto, son susceptibles de desembocar en embargos o desahucios, ha crecido ligeramente en los últimos tres meses, ya que en el segundo trimestre se situó en el 4,9%. Y la situación puede empeorar bastante este año, como ya anunció Ada Colau, desembocando en nuevos desahucios. En términos absolutos, el saldo de hipotecas morosas ha crecido algo más de un 2% en tres meses respecto a los 28.596 millones con los que cerró el segundo trimestre, mientras que el saldo hipotecario total ha disminuido sólo un 1,4%.

Si se tiene en cuenta además otro tipo de créditos para la adquisición de vivienda, en los que ésta no se fija como garantía de pago, y que incluyen préstamos personales o aquellos de menor cuantía para pagar una parte de la compra o la reforma, la deuda total asciende 30.735 millones de euros, hasta una tasa del 5,24%.

El ratio de morosidad hipotecaria se mantuvo por debajo del 1% hasta marzo de 2008, antes del comienzo de la crisis. A partir de junio de ese año, comenzó a registrar un mayor repunte, en el impago de créditos concedidos como consecuencia del recrudecimiento de la crisis económica, y a cierre de ese mismo ejercicio ya superaba el 2%, cantidad que se ha multiplicado por más de dos en los años que llevamos de crisis.

Por otro lado, los créditos morosos de las entidades financieras concedidos para actividades inmobiliarias volvieron a repuntar en el tercer trimestre, con un aumento del 6,99% respecto al segundo, hasta los 65.670 millones de euros, tras el descenso experimentado en los primeros meses de 2013, en paralelo al traspaso de muchos activos tóxicos a la Sareb y que vació de problemas a una parte dela banca.

Además, al disminuir el volumen de crédito concedido a los promotores, que ha descendido en el tercer trimestre hasta los 195.083 millones de euros, la morosidad en el crédito al promotor ha aumentado desde el 31,1% del cierre de junio hasta el 33,7%.

Si a estas magnitudes se suma el crédito moroso de los constructores, que asciende a 19.573 millones de euros, con una tasa de morosidad del 31,1%, el resultado es un montante de 85.243 millones de euros. De esta forma, la mora conjunta de promotores y constructores alcanzaría el 33%.

Mientras persiste la sequía del crédito para la compra de viviendas, la mora de los promotores se ha multiplicado por más de tres desde 2008, año en el que alcanzó los 19.416 millones de euros, iniciando una progresión ascendente que se ha visto interrumpida sólo en el último trimestre de 2012 y el primero de 2013.
La situación podría agravarse por la profundidad de la crisis y el vencimiento de operaciones de negociación de créditos. Y mientras tanto se ha calculado que el número de viviendas vacías en manos de promotores o bancos asciende a 750.000, de las que algo más de 100.000 estarían aún por terminar.