Estepona, sin duda uno de esos buenos lugares para vivir
Convertida en uno de los enclaves más conocidos y privilegiados de la Costa del Sol, Estepona, con casi 70.000 habitantes, dispone de una extensa costa de más de 20 kilómetros, con muchas playas, un gran puerto deportivo y una excelente oferta turística que va mucho más allá del sol y playa. La ciudad, conocida como “Jardín de la Costa del Sol” se encuentra estratégicamente situada entre Málaga y Algeciras, al oeste de Marbella. Hoy en día es una de las zonas de mayor interés para disponer de una segunda residencia y también para los inversores debido al constante incremento de precio de las propiedades.
Pero Estepona tiene mucha más historia atrás que estos apenas 50 años de interés turístico. Comienza con los hallazgos de unos sepulcros megalíticos del periodo final del bronce y continúa con la posible existencia de una ciudad ibérica con puerto, Salduba, en la desembocadura del río Guadalmansa. A partir de ahí, y como en toda la costa, los fenicios, los romanos de los que aparece la consabida producción de salazones y algunos restos en él casco histórico y luego los árabes, que son los que dan nombre a la ciudad.
A finales de la presencia árabe en la península, la ciudad pertenece al reino nazarí de Granada que tiene en Estebuna su frontera oeste, lo que la convierte, a pesar de torres defensivas y un castillo, en zona de correrías, insegura y con poca población. Algunas décadas antes de la caída de Granada, en 1456, Estepona es conquistada por los castellanos y pasa a formar parte de las posesiones del Marqués de Villena.
Tras la salida de la dinastía nazarí, Estepona pasa en 1552 a pertenecer a Marbella y los siguientes siglos llegan marcados por la peligrosidad de las costas frecuentadas por piratas berberiscos. En 1729, Estepona obtiene su carta de Villazgo, independizándose así de Marbella.
Durante aquellos lejanos tiempos la principal economía de la región era la agricultura, que aprovechaba el fértil valle, regado por pequeños arroyos y enmarcado entre Sierra Bermeja y el Mar mediterráneo. Era época de fincas agrícolas, con cultivos y pasto para el ganado, pertenecientes a la nobleza como Alonso de Bazán.
El siglo XIX conoce el auge de la pesca, sobre todo sardina y boquerón y algunas experiencias industriales para explotar los recursos forestales de Sierra Bermeja. También se inicia, a finales de siglo, la Colonia Agrícola de San Pedro de Alcántara que, ubicada en la zona de Cancelada, tiene por objeto la explotación de la caña de azúcar en las vegas de los ríos Guadalmansa y Guadalmina. En las primeras décadas del pasado siglo se construye el puerto pesquero de Estepona con el objeto de crear una infraestructura estable para proteger y generar empleo en el sector pesquero.
Todo cambia a partir de la segunda mitad del siglo, cuando a semejanza de lo que estaba sucediendo en Marbella, comienza a desarrollarse el turismo en Estepona. Primero empiezan a inaugurarse hoteles, como el Atalaya Park y se abre el primer campo de golf. Distintos grupos bancarios, como la Caja de Ahorros de Ronda y el Banesto, diseñan instalaciones para las vacaciones de sus empleados. Más hoteles, bloques de apartamentos, campings…es el principio de un desarrollo urbanístico que impulsa la importancia de disponer de pisos y casas en venta para la playa en Estepona.
Porque las playas y el clima son lo más importante del municipio. Playas de arena volcánica y muy buenas para el baño, como las de la Rada, del Cristo, Bahía Dorada, Galera, Kempiski, del rio El Castor y Costa Natura. A su alrededor es posible encontrar una amplia oferta de pisos y casas en venta para la playa en Estepona.
En sus casi 70.000 habitantes censados, una cuarta parte son de origen extranjero, siendo mayoritarios los procedentes de Reino Unido con unas 4.000 personas, la cercanía de Gibraltar tiene mucho que ver.
La población de Estepona se reparte en diferentes núcleos urbanos, como son Atalaya-Isdabe, Bahía Dorada, Buenas Noches, Cancelada, Cortes, Estepona, La Gaspara, Loma del Monte, Los Llanos, El Padrón, Playa del Sol-Villacana, Reinoso, Resinera-Voladilla, Saladavieja, Saladillo-Benamara y El Velerín.
A pesar de la mala situación por la que pasa la obra nueva en casi todo el Estado, en Estepona abundan los proyectos con buenas urbanizaciones y alrededor de 3.000 viviendas aún por vender para segunda residencia y dirigidas al mercado turístico. Para encontrar la mejor opción entre toda esta oferta de pisos y casas en venta para la playa en Estepona es bueno disponer del asesoramiento de un buen profesional.
Pero además de sol, playa y diversión turística, Estepona dispone de un casco antiguo que conserva de forma nítida la esencia de los pueblos andaluces, de calles estrechas, casas blancas y llenas de flores. Es el llamado Barrio de la Villa, situado en lo que fue el antiguo recinto amurallado y que aún vemos con reminiscencias árabes.
Una antigua mezquita, el museo arqueológico, el mercado de abastos y los barrios más conocidos de Estepona, el Antiguo y el de Hornos. Calles estrechas paralelas a la línea costera, con viviendas de una o dos plantas el primero, que datan de entre los siglos XVIII y XX. También de casas bajas y con viviendas de la misma época, el Barrio de Hornos sigue el antiguo camino de Casares. Al norte de estos barrios se encuentran los barrios de Plaza Nueva, de San Francisco y del Montecillo, donde predominan las viviendas del siglo XIX.
En todos estos barrios, los amantes de este tipo de vida más tradicional y sosegado, de las casas típicas, las azoteas y los patios también pueden encontrar pisos y casas en venta para la playa en Estepona, pero el consejo es el mismo, buscarse a un buen profesional.
Más hacia el este, en dirección a San Pedro de Alcántara, encontramos la Nueva Milla de Oro, con amplias villas y chalets con vistas al mar y amplias zonas verdes en los valles fluviales y las colinas por detrás de la costa. ¡Estepona, uno de esos lugares para vivir!
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