Una casa donde siempre es verano y con dos mares a tu alcance
Situado a las orillas de ese Mar Menor, maravilla de la naturaleza y que queremos todos que siga siéndolo, su historia conocida comienza con el tráfico de barcos fenicios, griegos y romanos por sus costas. Paso que ha dejado huella en forma de numerosos pecios y restos encontrados. San Javier cuenta con 23 kilómetros de costa en el Mar Menor y 16 en el Mediterráneo, convierten a este municipio en uno de los más turísticos de Murcia. Además de contar con la parte central y norte de la Manga del Mar Menor, dentro del municipio encontramos 10 pedanías , algunas interiores como El Mirador, Pozo Aledo Roda, La Grajuela, Los Sáez de Tarquinales, Los Pinos, Lo Llerena y La Calavera, y otras costeras, como la ya mencionada La Manga y Santiago de la Ribera en donde es posible encontrar pisos y casas en venta para la playa en San Javier.
Tras los romanos, que tenían en la región manufacturas de salazón y consideraban sus aguas tranquilas y recomendables como puerto seguro en caso de temporal, los árabes comenzaron los cultivos en la región. La taifa de Murcia fue conquistada por Alfonso X en el siglo XIII y a partir de ese momento se fue produciendo una lenta repoblación, entorpecida por las constantes incursiones de piratas berberiscos que se prolongaron hasta comienzos del siglo XVIII.
Las torres vigía y la llegada a la zona de órdenes religiosas y pequeña nobleza aragonesa y navarra fueron ayudando a consolidar núcleos de población que aún hoy conservan los nombres de entonces. También el progresivo cierre del Mar Menor, que hasta el siglo X estuvo unido al mar Mediterráneo, contribuyó a dar una mayor riqueza pesquera a la zona, que también destacaba por su abundante caza.
El comienzo del XIX trae un mayor poblamiento en la zona, lo que unido al incremento de los recursos económicos y al amparo de las Cortes de Cádiz, logró que se formara el municipio de San Javier, por segregación del de Murcia, aunque los avatares políticos del momento lo dejaran de forma provisional y no pudiera consolidarse hasta 1836.
El final del siglo trajo las primeras construcciones estivales, que no hacían más que seguir una tradición ya iniciada por romanos y árabes. El turismo fue llegando y con él los cambios más importantes de la región cuyas actividades económicas se centran de forma mayoritaria en el sector servicios, aunque la agricultura continúa siendo importante en las pedanías del interior. La construcción inmobiliaria ha posibilitado que muchos afortunados puedan encontrar pisos y casas en venta para la playa en San Javier.
Es preciso destacar que en el área de San Javier existen terrenos insulares que además están protegidos como áreas de especial interés por su flora y fauna. Son las islas Mayor y Perdiguera, de origen volcánico y situadas en el Mar Menor, junto con la isla Grossa y el islote del Farallón, también de origen volcánico y que están en el Mediterráneo. Todas ellas cuentan con figuras de protección para las aves y ciertos endemismos de vegetación iberoafricana.
Junto con estas islas, las playas son el principal atractivo para el turismo en San Javier. Ubicadas en Santiago de la Ribera y La Manga, son numerosas y para todos los gustos. Interiores, hacia las aguas tranquilas y cálidas del mar Menor, o más abiertas en el Mediterráneo. En toda la zona, inmobiliarias como «Costa Sureste» disponen de pisos y casas en venta para la playa en San Javier.
No se puede hablar de San Javier sin tener en cuenta su gastronomía, basada en los tres principales productos de la tierra: pescado, verduras y frutas. Sin lugar a dudas “El Caldero” es el plato más típico y que no podemos dejar de probar, pero tampoco las ensaladas, los salazones y el postre por excelencia, el pastel de la Cierva, que no tiene nada que ver con el mamífero herbívoro, sino con Juan de la Cierva Peñafiel, un conocido político murciano de principios del siglo XX.
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