La tasadora Euroval y su Instituto de Análisis Inmobiliario acaban de publicar un amplio informe sobre la rentabilidad del alquiler por comunidades autónomas, calculándolo como cociente entre alquileres y precio de vivienda, distinguiendo entre vivienda nueva y usada.
Aunque las ofertas de alquiler de vivienda nueva son muy reducidas, la información disponible permite concluir que la elevación del precio, aunque los alquileres sean más elevados, hace disminuir la rentabilidad.
Por otra parte, la muestra de oferta de alquileres está muy concentrada en algunas provincias, lo que confirma que es una cuestión que debe ser tratada considerando mercados locales. Si bien los análisis recientes se han enfocado en ocasiones en la relación sobre la renta familiar espacialmente considerada y los alquileres en ese espacio, no puede ignorarse que los factores que determinan el precio de la vivienda son relevantes en la determinación de los alquileres, por lo que el alquiler no debería tomarse como una variable regulable de forma independiente.
Hay una dispersión importante de la rentabilidad en el espacio, aunque la característica general es que la rentabilidad es mayor en vivienda usada que en la nueva pues aunque en ésta los alquileres son más altos, el precio de la vivienda nueva ha crecido significativamente, por lo que la rentabilidad es más baja. La oferta de alquiler de vivienda nueva no es muy amplia y en el estudio representa un 1,4% del total definiéndola como aquella con menos de 5 años de antigüedad.
Para los tres años que considera el estudio, 2018, 2019, 2020 y mitad de 2021, la rentabilidad mediana unitaria (teniendo en cuenta metros cuadrados), pasa de 6,1% y 6,1%, 5,4% a 4,5%; las rentabilidades medias son casi 2 puntos porcentuales más altas, reflejando la disparidad de alquileres en el mercado de la vivienda nueva.
En vivienda usada la rentabilidad mediana unitaria es de 6,8%, 7,0%, 6,8% y 6,0%, y también alrededor de 2 puntos porcentuales mayor cuando consideramos alquileres medios. Para el año 2021 esta rentabilidad se obtiene con un alquiler mediano de 11.400 euros (medio de 15.500) en vivienda nueva, y 9.600 euros (medio de 12.864) en usada, y un precio medio de la vivienda nueva y usada de 252.874 y 162.591 euros, respectivamente. Es la diferencia entre el precio de la vivienda nueva y usada, y la evolución de esta diferencia lo que explica las rentabilidades, más que el alquiler en sí.