A pesar de la realidad del sector inmobiliario y dejando de lado que Valencia es una de las zonas de España más castigada por la crisis por los excesos en la vivienda, Rita Barberá quiere recalificar más suelo y ponerse a construir nada menos que 25.000 viviendas.

En dos décadas y media, el Consistorio ha concedido licencias para la construcción de 80.000 nuevas viviendas. Y al día de hoy existe suelo disponible para la construcción de otras 40.000 más. Solo el proyecto de Parque Central y aledaños, todavía pendiente, reúne la edificación futura de 7.000 residencias.

El Partido Socialista de valencia se opone a semejante despropósito y le dice a Barberá que las ciudades ya no crecen en extensión, sino sobre sí mismas, lo que además es mucho más sostenible y ambientalmente correcto. Pero claro está ni se recalifica suelo ni se cobra por ello.

El portavoz socialista Joan Calabuig ha rechazado la revisión del PGOU que pretende el equipo de Rita Barberá y que prevé recalificar suelo ganado a la huerta para 25.000 pisos más. A estas cifras se añadirían entre 70.000 y 90.000 viviendas vacías a lo largo y ancho de la capital. Un parque residencial vacío excesivamente grande y que está entre los mayores de España y que se va a tardar en digerir varias décadas.

El Partido Socialista se muestra en total desacuerdo con un PP que ha priorizado la parte lucrativa de las recalificaciones y ha olvidado los equipamientos sociales que sólo se han ejecutado en un 25% de los casos. Estima el Partido Socialista que aún quedan por ejecutar 1,8 millones de metros cuadrados en la capital para dotaciones públicas (colegios, centros de salud, de mayores o de jóvenes).