Como la de las cartas nigerianas, es una estafa antigua, pero al parecer de ida y vuelta y cuando los delincuentes la cultivan es porque hay incautos que caen en sus artimañas. La Guardia Civil ha alertado a la ciudadanía, a través de sus cuentas oficiales en redes sociales, del retorno de la estafa conocida como el timo de la llamada perdida. Un mecanismo recurrente que provoca que la persona engañada acabe pagando más en su factura de teléfono.
El procedimiento que utilizan los autores, ya un viejo conocido, consiste en una llamada perdida de un solo tono con un número desconocido cuyo prefijo corresponde a otro país o cuelgan rápidamente una vez se contesta para que, al resultar desconocido el origen de la llamada, se responda devolviéndola. Lo que el usuario no sabe es que realmente está llamando a una centralita que establece una tarificación especial.
Como indica la Guardia Civil en sus avisos en redes sociales, se recomienda estar alerta a varios prefijos para evitar situaciones indeseadas, como es el caso del +355, que corresponde a Albania, el +225 que se trata de un número procedente de Costa de Marfil, el +233 asociado a Ghana y el +234 de Nigeria.
En caso de que no se tenga el número apuntado en la agenda y muestre una extensión ciertamente sospechosa, se puede buscar en Google información sobre el mismo para comprobar su procedencia. Así es posible identificar números de dudosa fiabilidad y evitar pagar de más por una llamada que no se quería hacer y es raro que no aparezca información sobre alguno de estos números.
Si por el contrario se recibe una llamada sospechosa de cualquier empresa cercana, ya sea el banco o la compañía de seguros, es recomendable comprobar siempre la veracidad de la misma. Resulta peligroso facilitar datos privados por teléfono, por lo que si una empresa pide datos personales o el número de la cuenta bancaria, es mejor no facilitarlos. Para qué hablar de la tarjeta y su código de seguridad.